Finalmente el día llegó. Hace un año El Rey David nos deleitaba a todos con su excelente tenis venciendo en dos masters series seguidos, Madrid y Paris, a los tres mejores del mundo. Muchos creyeron, equivocadamente, que el 2008 sería el año del Gourmet. Hasta hoy el ranquing del unquillense era el número 7 a partir del lunes su nuevo ranquing tendrá dos dígitos.
Acostumbrado a su soberbio tenis y carácter quizá el cordobés creyó que podría repetir su actuación del pasado año, pero ni siquiera pudo arribar a las instancias finales. Su vencedor el ahora número 1 argentino, Juan Martín Del Potro, lo apabulló demostrando lo lejos que está el ex número 7 del mundo del gran nivel. Lo dije días atrás cuando ganó el pequeño torneo de Estocolmo, no nos engañemos, advertí en esas líneas, no le había ganado a nadie. También dije que había que esperar a Madrid para ser testigos del verdadero nivel del Rey David. Ahora sí conocemos el nivel del unquillense y es este, puede jugar en el gran nivel un set, luego le cuesta y mucho mantener su juego, el abdomen prominente deforma su remera y la falta de fibra en su masa muscular es evidente al verlo en el aparato televisivo.
Le falta mucho al ex número uno argentino para llegar al nivel de un top five e inquietar a Nadal en la Davis. No hay que olvidar que David Ferrer pasa por un momento de vacas flacas y al parecer su derrota con el modelo Feliciano López hará pensar mucho al capitán español Emilio Sánchez sobre a quién poner cómo single 2 en la final ha jugarse en Mar del Plata entre el 21 y 23 de noviembre.
Dicen que cuando El Rey se retiró de la cancha, se dirigió hacia Delpo, cantando una canción similar a la de Julieta Benegas: "No eres para mi" "
"Me lo ha dicho el viento, no eres para mi"
Alejandro Olmedo Zumarán.
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