sábado, 25 de octubre de 2008

HAN EQUIVOCADO EL CAMINO.

Hace cinco años que somos gobernados por un grupo incapaces, ineptos, corruptos y muchos de ellos han formado, en el pasado, parte de organizaciones terroristas que intentaron imponer por la fuerza un modelo comunista cometiendo violaciones a los derechos humanos aberrantes, matando gente y como broche de oro todo intentando derrocar un gobierno democrático.
En 2001 cuándo nos invadió la crisis política, social y económica la misma fue muy traumática pero teníamos a favor el escenario internacional, en ese momento el mundo nos ayudó. En la actualidad el mundo es un hervidero y no nos podrá ayudar de ninguna manera y menos con las medidas que están tomando la presidenta y su cónyuge. La recesión mundial ha llegado a la Argentina aunque hace poco tiempo nos quisieron hacer creer que aquí no llegaría y que los otros necesitaban un plan b.
Días atrás un empresario francés me dijo: "Cómo puede ser que ustedes acepten lo que está haciendo este gobierno y se queden con brazos cruzados"
Muchos europeos no pueden creer las constantes violaciones a la Constitución Nacional que cometen quiénes gobiernan nuestro país. Esto no es de ahora, pero nunca se ha visto un nivel tan grande de corrupción como en este momento.
Otro empresario francés también me dijo que si este gobierno hubiese hecho las cosas bien, las reservas en el Banco Central serían de 200.000 millones de dólares.
A pesar de esto cuando hablo con gente conocida algunos me dicen:
¿Pero de quë te quejás? ¿Vos has dejado de tomar una coca por esta situación?
Otra amiga me replicó:
"Conmigo las AFJP no se portaron bien, así que ahora se joroben, estoy contenta de que el gobierno confisque los aportes"
Todos son profesionalesy han recibido educación.
Si analizamos los dos casos, el primero demuestra la frivolidad del personaje que se muestra interesado en poder seguir dándose sus gustos no importándole nada de los demás ni lo que hagan quienes nos gobiernan. Y el segundo otro gran mal de la Argentina y los argentinos, el resentimiento, si a mi me fue mal que a todos les vaya mal y si quién gobierna comete arbitrariedades que lo haga, a mi no me importa.
Repito, esto lo afirma gente que tiene un nivel de educación terciario. Es decepcionante escuchar estas reflexiones, porque a mi no tendría que interesarme si a me va bien económicamente sino que el país tenga como premisa ineludible el cumplimiento incondicional de la Constitución Nacional y de las leyes de la Nación, que los poderes sean independientes entre sí y que esto no sea una alegoría que figure en los libros de cívica y de derecho constitucional, que la distribución de la riqueza sea realmente para los que más lo necesitan, que la droga sea combatida y no permitida y quizá lo más importante pero al mismo tiempo más difícil, que la educación llegue a los sectores más necesitados porque esto afianzaría el principio de igualdad. En este país no somos todos iguales desde el momento en que la educación es un lujo que se pueden dar muy pocos, produciendo esto la peor de las desigualdades.
Nunca habrá justa redistribución de la riqueza mientras no se brinde una educación de calidad a los que no pueden darse el lujo de pagar una como tendría que tener cualquier argentino. Aquí se concentra el gran problema de la Argentina, hay en la actualidad tres generaciones de personas que no saben lo que es el trabajo ni la educación y los gobernantes nos hablan de la redistribución de la riqueza y de la mesa de los argentinos. El tesoro más valioso que puede dar un gobierno es una educación para todos, así estará redistribuyendo la riqueza como debe y después de esto la mesa de los argentinos se llenará de manjares. Pero lejos de esto nos engañan y los engañan a los más necesitados aprovechando su estado de alarmante pobreza regalandoles colchones, bolsas de comida con productos de tercera categoría, otorgándoles casas que no están terminadas y que no están en condiciones de ser habitadas y postergando la verdadera redistribución por una de las maniobras más detestables que se puedan conocer y que consiste en aprovecharse de quienes no tienen ni voz y el voto les alcanza para estas limosnas mientras los dadivosos son quienes se han llevado ciento de millones de dólares al exterior y nadie sabe qué han hecho con ellos, o cuántas valijas con millones de dólares han recibido para realizar su campaña y como si fuera poco cometieron irregularidades en el acto eleccionario.
Cómo última medida antes del hundimiento se adueñan otra vez de lo que no les pertenece, el dinero aportado por los futuros jubilados a las AFJP, es una suma con la que nuevamente intuyen podrán empezar nuevamente este ciclo repudiable de comprar voluntades, de extorsiones múltiples y de seguir postergando el futuro del país solamente por el hecho de perpetuarse en el poder y seguir produciendo más pobres, más analfabetos, más mortalidad infantil, más adictos al paco y más corrupción.
Debemos tener bien claro que así no saldremos nunca de este abismo y nos sumergiremos aún más en el lodo de la suciedad e inmundicia.

Alejandro Olmedo Zumarán.

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