domingo, 27 de marzo de 2011

LA ARGENTINA QUE YO VEO Y LA QUE NUNCA VERÉ.(CORREGIDO)

Al borde de cruzar la mitad del centenario de mi existencia me pregunto si algún día volveré a ver aquella Argentina sobre la que existen evidencias de haber sido un país prospero y rico incluido entre las siete potencias más importantes del planeta que amenazaba competir por el liderazgo de ese grupo.

Cuando tuve la capacidad de entender supe que hubo un presidente llamado Arturo Illía, cuyo sobrenombre era "La Tortuga" que fue derrocado por una dictadura militar.

De allí en más el país se vio envuelto en una lucha entre terroristas, Perón y los militares.

En 1973 retornó al país luego de muchos años de exilio Juan Domingo Perón. Su objetivo apunto a lograr algo del orden interno que los distintos gobierno militares y democráticos no habían podido imponer.

Estaba gravemente enfermo y con muchos años. Se postulo para presidente una vez que los candidatos que lo representaron cuando estaba proscripto renunciaron y ganó por abrumadora mayoría. La vicepresidente electa resulto su mujer, persona con pasado mal visto por la sociedad argentina.

Poco es lo que Perón pudo hacer en un país donde las muertes por atentados terroristas y las acciones de la triple A se repetían sin ningún freno.

Muerto Perón, su mujer, electa vicepresidente, asume el poder aumentando la calamidad en la cual se vivía.

Descarrilada por completo la patria, la viuda es derrocada por una junta militar a la cual anteriormente el gobierno derrocado por medio de un decreto le había ordenado aniquilar el accionar subversivo.

El terrorismo había intentado voltear el gobierno democrático de Perón para imponer una dictadura de izquierda. Para ello cometió 21655 atentados entre 1969 y 1979, en los que mataron a miles personas.

La gente tuvo esperanzas de que el país comenzara, de una vez por todas, a crecer y recuperarse para volver a ser lo que alguna vez se creyó que podía ser la Argentina.

Los militares combatieron el terrorismo sin códigos, desaparecieron terroristas, sin dar información alguna a sus familiares sobre el motivo de la detención ni adonde se encontraban.

Es cierto que, como dijeron muchos, la mayoría de las víctimas de los militares eran terroristas, no obstante este modus operandi de los militares fue condenable e injustificado.

Se detenía en centros clandestinos, se torturaba y se mataba en ocasiones, sin que trascendiera nada de estos operativos que igualaban a lo que hacían los terroristas.

Tanto en lo político como en lo económico el gobierno militar fue un desastre.

Corrupción, malas políticas económicas, la declaración de la Guerra a Inglaterra por las Islas Malvinas y las miles de muertes sin información alguna hicieron que luego de transcurridos siete años las urnas volvieran a ser protagonistas.

Otra esperanza se abría para la Argentina, se iban los militares y retornaba la democracia, un gobierno de todos para todos.

Los partidos políticos se prepararon, luego de una campaña entusiasta donde con la quema del cajón por parte de Herminio Iglesias ganó Raúl R. Alfonsin, en quien se depositaron nuevamente los mejores deseos y los mas sinceros buenos augurios.

"Con la democracia se come, se educa y se cura" dijo el caudillo radical quien terminó yéndose seis meses antes de terminar su mandato dejándonos con una inflación superior al mil por ciento mensual, sin luz, sin teléfonos, sin televisión y con desabastecimiento de alimentos y combustibles. En fin todo convertido en un caos.

Asumió Carlos Menem con promesas de salariazo y revolución productiva, al tiempo que busco el apoyo y consejo de políticos autodenominados liberales”. Llegaron las privatizaciones de todas las empresas públicas que habían estado dando pérdidas brindando pésimos servicios.

Para lograr tener un teléfono había que pagar 5000 dólares a modo de tarifa fija, como coima para que lo instalaran en los domicilios.

Se estableció la paridad del peso con el dólar 1 a 1. Esto se prolongó durante una década y nuevamente la corrupción hizo que el gobierno menemista, no obstante su primavera exitosa se fuese también fracasado.

El poder lo heredo el grupo de la Alianza integrado en sus cabezas por Fernando de la Rúa y Carlos Álvarez.

Poco pudieron ni supieron hacer ante un país endeudado, sin rumbo y con las fuerzas populistas y de ultra izquierda pujando por reiterar las políticas del pasado, argumentando criticas a ultranza al neoliberalismo impuesto por Menem.

Ambas políticas fueron nefastas sin que se aclarara el porqué. Imperó en ambas la corrupción, recordemos los pollos de Mazzorín, las cajas PAN y las escandalosas privatizaciones, los sobresueldos, las valijas de Amira y múltiples etc. que envilecieron aún mas la delincuencia económica existente.

Ninguna política puede tener éxito ni llegar a buen fin con los altísimos niveles de corrupción que siempre hubo en la Argentina.

El sueño de la Alianza terminó pronto y luego que cinco presidentes asumieran en una semana, se eligió en carácter de Presidente interino a Eduardo Duhalde, quien con su ministro de economía Roberto Lavagna pusieron algo de orden a las cuentas.

Con el comienzo de la suba de los precios internacionales de la soja, que para la actual presidente sería un yuyo, la economía comenzó a reestablecerse. El asesinato de dos activistas de izquierda provocó que Duhalde acelerara su partida convocando a elecciones.

Su rencor hacia Menem hizo que suprimiera las internas abiertas lo cual posibilitó que Néstor Kirchner compitiera contra el riojano en las presidenciales, este último logró convertirse en primera minoría. Menem intuyendo una contundente derrota en el balotaje frente a Kirchner, no se presentó y llegamos al año 2003 con Kirchner, otro peronista, en la presidencia.

Lo que hemos visto en estos últimos ocho años, nunca en mi opinión ocurrió anteriormente. Personalmente opino que un deterioro tan evidente y monstruoso de la Argentina y esto lo digo en todas las áreas, política, humana, económica, institucional y social, era inimaginable.

Ex gobernantes se enorgullecen aún hoy de sus anteriores gestiones acompañando datos de las mismas. "Dejé el país con cincuenta mil millones de reservas". "Todos podían viajar a Europa". "Ganaban en dólares". "Crecimos a tasas chinas". "El desempleo es de un dígito". "La inflación fue 0,6%". "Quién ordenó las cuentas fue nuestro gobierno", etc, etc.

Creo que este es el peor momento de los doscientos años de vida de la Argentina y pocos percibimos lo que podría ocurrir de seguir tironeando de la cuerda como lo estamos haciendo.

Un sincero mea culpa nos llevaría a asumir que la responsabilidad no es solo de los políticos sino de la mayoría de los Argentinos que solo reaccionamos si comprobamos que nuestro bolsillo está siendo vaciado sin justificación alguna. Pero si el bolsillo vaciado es el de nuestro vecino nada decimos.

La mayoría se mantuvo callada ante los mayores actos de corrupción y la aplicación de políticas inmorales por el hecho de que no la afectara.

A nadie le interesa que hoy se hagan negocios millonarios con la plata de los impuestos que aportamos los trabajadores argentinos, si eso no perjudica su empresa, fábrica o negocio. Mientras le toque a los demás daremos el visto bueno para que hagan cualquier cosa.

Anomalías como juzgar a quién piensa diferente solo porque pertenece a una de las partes que participó en la guerra de los setenta vulnerando el principio de cosa juzgada no importa, mientras a mi no me toquen sigan para adelante.

Procesar por evasión impositiva a los opositores mientras miembros de la Corte Suprema registran actos inadmisibles en el pasado que en cualquier país normal invalidarían la asunción de tal jerarquía, no produce la más mínima reflexión para millones de argentinos que ven esto como una circunstancia normal de la política nacional.

Llego al final de estas líneas comprobando que no hay ningún referente confiable en el cual los argentinos que tenemos casi medio siglo podamos apoyarnos. Éramos muy jóvenes en los tiempos de Arturo Frondizi de quien quienes lo conocieron hablan muy bien.

En su lugar conocimos a militares, a terroristas (actualmente los vemos todos los días), a los que recitaban el Preámbulo de la Constitución Nacional y luego pactaron El Pacto de Olivos con Menea, destrozando la Constitución de 1853 lo cual acarreó un perjuicio para todos los argentinos que solo se solucionará algún día si se vuelve a la anterior Carta Magna.

Conocimos también a los que clamaban su honestidad considerándose los mas habilitados para luchar contra la corrupción y ante el primer problema, huyeron como cobardes, abandonando sus responsabilidades ante quienes los votaron. Renunciaron a su cargo, debilitaron al presidente de entonces, posibilitando que paso a paso quienes los sucedieron terminaran de dilapidar todas y cada una de las instituciones que aún quedaban en pie antes del año 2003.

Todo esto ha sido posible gracias a la mayoría de los Argentinos NI. No me importa ni me interesa.

Días atrás en una mesa integrada por empresarios y gente del circuito financiero vinculados a los grandes números éstos afirmaban:

-Cristina gana con el 52 % de los votos, no puede perder.

Sentí que me derrumbaba y pregunte:

¿Pero cómo sabes que gana?

-Y la gente está contenta, nunca se ganó tanta plata, el campo gana plata.

Si pero no gracias al gobierno sino a los precios internacionales, respondí y un participante me aclaró:

-Calculá que las retenciones podrían haber sido mayores...

Otro de los integrantes de la mesa a renglón seguido dijo:

-Los empresarios han ganado mucho dinero, pero mucho.

A lo cual agregó el primero:

-Nosotros nos hemos hecho ricos, ganamos fortunas y si preguntás a quién van a votar, ninguno de estos te va a decir a Cristina por vergüenza, pero la van a votar si han ganado fortunas.

Quedé atónito, sin palabras y comprobé que esos seis hombres eran un reflejo mayoritario de lo que es la sociedad argentina actual, hacerse rico a cualquier precio no importa cómo.

Arribé además a otra reflexión. Tenemos un país donde haciendo gala de un cinismo supino, el gobierno actual ha beneficiado a los sectores de mayor poder adquisitivo, mediante el otorgamiento de enormes prebendas, porque conformar a las clases altas es mucho más arduo que hacerlo con las clases desposeídas a las que con 134 pesos de asignación universal por hijo, algún plan trabajar de seiscientos pesos, unas bolsas con productos de los más baratos de la canasta familiar y alguna que otra migaja más se los conforma.

En mi búsqueda de referentes en este país, no los encuentro en la política, repaso y a groso modo rescato tres:

Maradona, el médico rural, Esteban Laureano, René Favaloro que no pudo resistir un país sordo y ciego que cuyas autoridades nos llevan al derrumbe y Margarita Barrientos una mujer que da de comer a chicos pobres todos los días y ha hecho escuelas, salas de medicina y se esfuerza para que los niños se eduquen y aprendan a vivir en familia dando ella el ejemplo solo con los hechos, no es política ni quiere serlo.

¿Será que la política esta tan pervertida que solo caben en su ejercicio los pobres y corruptos de Espíritu?

Alejandro Olmedo Zumarán.

viernes, 25 de marzo de 2011

LA ARGENTINA QUE YO VEO Y LA QUE NUNCA VERÉ.

Llegando a la mitad de un centenario de existencia me pregunto si algún día veré aquella Argentina sobre la que algunos me han hablado y que era un país prospero, rico que estaba entre las siete potencias más importantes del planeta y que amenazaba el liderazgo de las principales potencias.
Cuando comencé a tener razón me enteré que hubo un presidente honesto llamado Arturo Illía cuyo sobrenombre era "La Tortuga". Fue derrocado por una dictadura militar, de ahí en más el país se vio envuelto en una lucha entre los terroristas, Perón y los militares. En 1973 retorna al país luego de muchos años de exilio Juan Domingo Perón, para intentar lograr instaurar algo de orden que los distintos gobiernos militares y democráticos no habían podido imponer. Estaba gravemente enfermo y mayor, no obstante se presentó a las elecciones después de que los candidatos que lo representaron cuando estaba proscripto renunciaron luego de 49 días de terror ganando por abrumadora mayoría. Como Vicepresidente fue su mujer, una mujer de vida ligera. Poco es lo que Perón pudo hacer en un país donde las muertes por atentados terroristas se repetían hora tras hora acompañados de las contraofensiva de la Paramilitar Triple A. Al morir Perón, su mujer asume el poder y la calamidad fue aún mayor. Descarrilado el país totalmente es derrocada por una junta militar a la que anteriormente el gobierno peronista y por medio de un decreto le había ordenado aniquilar el accionar subversivo. El terrorismo había intentado voltear el gobierno democrático de Perón para establecer una dictadura de izquierda cometiendo 21655 atentados entre 1969 y 1979 matando miles personas.
La gran mayoría de la gente tenía esperanzas de que el país comenzara de una vez por todas a crecer y la Argentina volviera a ser lo que alguna vez fue y se creyó que podía ser.
Los militares combatieron el terrorismo sin códigos, o mejor dicho con los códigos que los franceses aplicaron en Argelia fue así como desaparecieron terroristas, nunca informaron donde los detuvieron ni dieron información alguna a sus familiares y menos el por qué de su detención. Es cierto que la mayoría de las víctimas eran terroristas, pero esto no puede justificar este modus operandi de los militares que resultó condenable e injustificado. Se detenía en centros clandestinos de detención, se torturaba y se mataba en muchas ocasiones, en otras no, a los detenidos pero nunca nadie sabía nada de estos operativos que eran realizados de la misma manera por los terroristas.
En cuanto a lo político y económico el gobierno militar fue un desastre, corrupción, malas políticas económicas, la declaración de la Guerra a Inglaterra por las Islas Malvinas produjo nuevamente miles de muertes logrando que luego de siete años las urnas volvieran a ser protagonistas.
Otra esperanza se abría para la Argentina con el retiro de los militares y el retorno de la democracia, el gobierno de todos y para todos. Todos los partidos políticos se prepararon, luego de una campaña entusiasta y la quema del cajón por parte de Herminio Iglesias, ganó Raúl R. Alfonsín en quien se depositaron nuevamente todos los deseos de buenos augurios.
"Con la democracia se come, se educa y se cura" dijo el caudillo radical. Terminó yéndose seis meses antes de terminar su mandato con una inflación de mas del mil porciento mensual, sin luz, sin teléfonos, sin televisión, con desabastecimiento de alimentos y nafta, en fin un nuevo fracaso.
Asumió Carlos Menem que prometía salariazo y revolución productiva mientras se alineó con los políticos más liberales aplicando estas políticas económicas. Llegaron las privatizaciones de todas las empresas públicas que hasta ahora habían dado pérdidas además de pésimos servicios. Para lograr tener un teléfono había que pagar 5000 dólares a modo de coima para que lo instalaran en un domicilio.
Se estableció la paridad del peso con el dólar 1 a 1. Esto se prolongó durante una década, la corrupción hizo que el gobierno Menemista a pesar de una primavera exitosa resultara otro fracaso, entregando el poder al grupo de la Alianza integrado por Fernando de la Rúa y Carlos Álvarez, quienes poco pudieron hacer frente a un país endeudado, sin rumbo y con las fuerzas populistas y de ultra izquierda pidiendo volver a las políticas del pasado criticando el neoliberalismo a ultranza impuesto por Menem. Las políticas fueron nefastas pero lo fueron y pocos dicen el porqué. Lo que imperó en cada una de ellas fue la corrupción que fue protagonista en el escenario político nacional, recordemos los pollos de Mazzorín, las cajas PAN y las escandalosas privatizaciones, los sobresueldos, las valijas de Amira etc. Con altísimos niveles de corrupción como siempre hubo en la Argentina ninguna política puede tener éxito ni llegar a buen fin. El sueño de la Alianza terminó pronto y luego de que cinco presidentes asumieran en una semana, se eligió Presidente interino Eduardo Duhalde que con su ministro de economía Roberto Lavagna pusieron algo de orden a las cuentas sumado esto al comienzo de la suba de los precios internacionales de la soja, la economía comenzó a reestablecerse. El asesinato de dos activistas hizo que Duhalde acelerara su partida convocando a elecciones.
Su rencor a Menem hizo que suprimiera las internas abiertas permitiendo de esta manera que Néstor Kirchner compitiera en las presidenciales contra el riojano, ganó este último como primera minoría pero intuyendo una contundente derrota en el balotaje frente a Kirchner no se presentó y llegamos a 2003 con Kirchner en la presidencia, otro peronista.
Lo que hemos visto en estos últimos ocho años, yo no lo había visto ni advertido anteriormente. Puede ser que haya sido igual antes pero personalmente opino que nunca percibí un deterioro tan evidente y monstruoso de la Argentina y esto abarca cualquier área ya sea política, humana, económica, institucional y social.
Observo que todos estos ex gobernantes se enorgullecen aún hoy de sus anteriores gestiones y brindan datos de las mismas. "Dejé el país con cincuenta mil millones de reservas", "Todos podían viajar a Europa" "Ganaban en dólares" "Crecimos a tasas chinas" "El desempleo es de un dígito" "La inflación es 0,6" "Quién ordenó las cuentas fue nuestro gobierno" etc, etc.
Creo que este es el peor momento de los doscientos años de vida de la Argentina y pocos percibimos lo que podría ocurrir de seguir tironeando de la cuerda como lo estan haciendo algunos mientras la mayoría de los argentinos mira para otro lado.
Haciendo un mea culpa la responsabilidad no es solo de los políticos sino de la mayoría de los Argentinos que solo reacciona si compruba que su bolsillo está siendo vaciado sin justificación alguna pero no si el bolsillo vaciado es el de su vecino. La mayoría ha permanecido callada ante los mayores actos de corrupción y la aplicación de políticas inmorales por el hecho de que a ella no la afectara.
A nadie le interesa que hoy se hagan negocios millonarios con la plata de los impuestos que aportamos los argentinos, si a cambio no lo perjudica en su empresa, fábrica o negocio, mientras a estos expertos de la omisión y el dejar hacer no les toquen sus intereses darán el visto bueno para que las autoridades hagan cualquier cosa.
Juzgar a quién piensa diferente o a solo una de las partes que inició la guerra de los setenta tampoco, mientras a mi no me toque sigan para adelante pareciera decir la mayoría de los argentinos. Procesar por evasión impositiva a un opositor y a otro nombrarlo miembro de la Corte Suprema no produce la más mínima reacción ni reflexión para millones de argentinos que ven esto como una circunstancia normal de la política nacional.
Llego al final de estas líneas comprobando que no hay ningún referente serio y en serio en el cual los argentinos que tenemos casi medio siglo podamos apoyarnos, hemos sido muy jóvenes para conocer a Arturo Frondisi del cual algunos hablan muy bien. Pero hemos conocido mucho a los militares, a los terroristas (actualmente los vemos todos los días), a los que recitaban el Preámbulo de la Constitución Nacional y luego firmaron El Pacto de Olivos con Menem destrozando la Constitución de 1853 produciendo un perjuicio a todos los argentinos que solo se solucionará si algún día se vuelve a la anterior Carta Magna. Conocimos también a los que clamaban por su honestidad y luchaban contra la corrupción y ante el primer problema dejaron su cargo para debilitar al presidente de entonces y conocemos muy bien a los últimos que han terminado de dilapidar todas y cada una de las instituciones que aún quedaban en pie antes de 2003.
Todo esto ha sido posible gracias a la mayoría de los Argentinos NI, no me importa ni me interesa.
Días atrás en una mesa con gente para la cual trabajo integrada por empresarios y gente del circuito financiero vinculados a los grandes números afirmaban:
Cristina gana con el 52 % de los votos, no puede perder. Sentí impotencia y pregunte:
¿Pero cómo sabés que gana?
Y están contentos, nunca nadie ganó tanta plata, el campo gana plata.
Si pero no gracias al gobierno sino a los precios internacionales, respondí y el financista me dijo si pero calculá que las retenciones podrían haber sido mayores...
Otro de los integrantes de la mesa agregó:
Los empresarios han ganado mucho dinero, pero mucho.
Volvió a hablar el integrante de los mercados financieros:
Nosotros nos hemos hecho ricos, ganamos mucho dinero y continuó:
Si preguntás a quién van a votar, nadie de estos te va a decir a Cristina por vergüenza, pero la van a votar, han ganado fortunas.
Quedé atónito, sin palabras y comprobé que esos seis hombres eran un reflejo mayoritario de lo que es la sociedad argentina actual, plata, dinero a cualquier precio no importando cómo.
Y la otra reflexión a la que llegué es que además de tener un país habitado en gran parte por gente cínica el gobierno actual ha gobernado para los sectores con más poder adquisitivo dándoles grandes prebendas porque conformar a las clases altas es mucho más arduo que hacerlo con las clases más desposeídas a las que con 134 pesos de asignación universal por hijo, algún plan trabajar de seiscientos pesos, unas bolsas con productos de los alimentos más baratos de la canasta familiar y alguna que otra migaja más se los conforma.
Pienso desilusionado en que no tenemos solución ni referentes en este país, busco y no los encuentro en la política, repaso y groso modo rescato tres: Maradona, el médico, Esteban Laureano, René Favaloro que no pudo resistir vivir en un país desinteresado, sordo y ciego que no ve más allá de sus narices y Margarita Barrientos una mujer que da de comer a chicos pobres todos los días y ha hecho escuelas, salas de medicina y se esfuerza para que los chicos se eduquen y aprendan a vivir en familia dando ella el ejemplo solo con los hechos, no es política ni quiere serlo.
¿Será que la política no es para los Ricos de Espíritu?

Alejandro Olmedo Zumarán.

lunes, 21 de marzo de 2011

24 DE MARZO.


El 24 de marzo se cumplen 35 años del golpe militar y seguramente se homenajeará a miles de víctimas que al día de hoy piden justicia.
Quiero recordar una frase de la sentencia del juicio a las juntas militares:
En el Capítulo I “De los hechos” la Cámara dice lo siguiente: “En consideración a los múltiples antecedentes acopiados en este proceso y a las características que asumió el terrorismo en la República Argentina, cabe concluir que dentro de los criterios de clasificación expuestos el fenómeno se correspondió con el concepto de ‘guerra revolucionaria.”

En otro párrafo, la Cámara señala: “Debemos admitir que en nuestro país sí hubo una guerra interna iniciada por las organizaciones terroristas contra las instituciones de su propio Estado"

Se ha juzgado a una parte de los violadores de los derechos humanos pero falta juzgar y condenar a quienes cometieron deliltos de lesa humanidad intentando derrocar gobiernos democráticos para instalar otra dictadura distinta de la militar pero dictadura al fin.

Miles de crímenes del terrorismo subversivo reflejados por los referentes de estos crímenes como son Arturo del Valle Larrabure quien pide justicia por el calvario vivido por su padre el Coronel Argentino del Valle Larrabure y Mabi Picón, madre de María Cristina Viola asesinada a los tres años junto a su padre el Capitán Viola piden a la justicia que juzguen a sus ejecutores por cometer delitos de lesa humanidad.

A más de 35 años de estos crímenes es hora que también ellos y miles de víctimas más tengan justicia.

Todas las vidas valen lo mismo ninguna es más valiosa que la otra.

Alejandro Olmedo Zumarán.

lunes, 14 de marzo de 2011

TRIUNFO K EN CATAMARCA.

El triunfo de Luciana Corpacci sobre el Gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral en la elección del domingo 13 de marzo, muestra nuevamente las bajezas de una sociedad que no madura ni intenta cambiar la mediocridad en la que estamos sumidos hace décadas.Muchos sostenían que hace unos meses Brizuela del Moral aventajaba por varios puntos a Corpacci, pero luego de la visita de la Presidente de la Nación las cosas comenzaron a cambiar. La política argentina se está convirtiendo en un mercado persa. Triunfa quién puede comprar más voluntades en el momento previo a la elección. Los argentinos en su gran mayoría han perdido la cultura general y hay un gran número de personas que llevan tres generaciones sin saber lo que es trabajar ni tienen la más mínima intención de hacerlo. Asimismo como están en desventaja y acostumbrados a vivir en condiciones indignas no tienen aspiraciones lo que produce el hecho de que con cualquier mísera dádiva se conforman, un colchón, un choripán, 134 pesos de una asignación universal por hijo para educarlos, ¿Educarlos?, o 600 pesos de un plan trabajar a cambio de asistir a actos o marchas oficialistas. Se comenta que muchos habitantes de la argentina no quieren trabajar porque de hacerlo perderían estos planes y prefieren vivir así. Esto conspira preocupantemente contra la democracia que solo depende de la disponibilidad de caja que tenga quien gobierne para poder comprar voluntades de la mayoría que no está en condiciones de discernir qué es lo mejor para ellos y aceptan cualquier limosna para sobrevivir pensando realmente que este tipo de gobiernos los ayuda y piensa en ellos cuando la situación es totalmente inversa.En Catamarca se presentaron como candidatos El Hambre y Las Ganas de Comer, en el ámbito nacional también es así, pero quienes ahora forman parte de este gobierno llamado Popular, Nacional y Progresista son el problema más grande que tiene la Argentina y será difícil que pierdan las elecciones luego de este primer triunfo en la Provincia de Catamarca. ¿Pero quién es el culpable de este triste momento que vive la Argentina, Los k o los Argentinos que hacen posible El Sueño K?Creemos que "El Sueño K sería incumplible de no ser por una mayoría de Argentinos pragmáticos y desinteresados por el bienestar presente y futuro de su país y aquí se incluye a los más necesitados como a los que más tienen. Días atrás un hombre vinculado al "Mercado" nos dijo:Cristina será presidente, "El Mercado" la impone, ya está decidido.Quedamos atónitos al escuchar esto, porque por un lado, dijimos:¿Han hecho algo Néstor y Cristina por "El Mercado"?Al parecer sí, nunca ha sido molestado como sí han sido molestados la prensa libre, el campo, las empresas de combustibles etc. Pero este gobierno Popular, Nacional y Progresista ha favorecido a "El Mercado" de capitales que al parecer se han beneficiado con este "Modelo" que en teoría y según los discursos beneficiaría a los más necesitados qué aún luego de siete años de gestión están muy lejos de ser beneficiados y de mejorar su situación. Lo mismo ocurre con el grupo de empresarios cercanos al poder, como sucede con cada gobierno en este país, son beneficiados con subsidios, prohibiciones a la importación de productos de la competencia que cuestan más baratos y son de mejor calidad perjudicando a los que menos tienen que tienen que consumir productos caros y de mala calidad. Sorprendente resulta que este gobierno hable de monopolios cuando sus políticas protegen a estas empresas que se llenan de millones de dólares de ganancias y al pueblo se lo conforma con asignaciones universales por hijos de 134 pesos.Es la Sociedad la que tiene que cambiar para que definitivamente la Argentina modifique este presente decadente, de aislación del mundo y que unificará la pobreza extendiéndola a más Argentinos que antes no lo eran. Educación, salud, inversión, seguridad y honestidad es lo que necesita la Argentina sin estas premisas el futuro será ignorancia, enfermedad, desinversión, inseguridad y corrupción.
Alejandro Olmedo Zumarán.

viernes, 11 de marzo de 2011

EL REGALO DEL TÍO.

El 11 de marzo se cumplieron 38 años de la asunción de Héctor J. Cámpora como Presidente de la Argentina.
Dicho gobierno duró poco más de cuarenta días y entre las medidas más destacables que tomó se recuerdan la ley 20508 que el 25 de mayo de 1973 declaró la amnistía de todos los terroristas sin ser desarmados y que habían sido condenados en un debido proceso por la Cámara Federal creada para este loable fin.La modificación del artículo 80 del Código Penal para que el asesinato de un juez o un militar no fuera penado con reclusión perpetua y la eliminación de la Cámara Federal cuya eficiencia y valentía había quedado claramente demostrada. Esto trajo resultados inmediatos y trágicos. Como primera medida los terroristas asesinaron al Presidente de dicho Tribunal el Dr. Jorge V. Quiroga y que durante el 25/5/73 hasta el 24/3/76 no se condenara un solo acto terrorista producto del terror que habían infundido no solo en la población sino en los jueces estos grupos armados que a mi criterio cometieron crímenes de lesa humanidad al igual que los militares que son juzgados por estos crímenes. No se trata de crear la "Teoría de los dos demonios" sino de demostrar que aquí hubo un solo demonio y este fue el "Terrorismo".

Alejandro Olmedo Zumarán.