CAPITALISMO-COMUNISMO.

Capitalismo - Comunismo

La fuerza bruta, típica en los sistemas totalitarios, jamás podrá aplastar el instinto básico humano de libertad.

Por Juan Carlos Topa


En su carta del 16/10, el lector Vatiu Koralsky expresa: “el capitalismo, con su democracia y sus libertades, es un sistema salvaje y altamente corrupto”. Agrega que estudió ingeniería bajo el régimen nazi, soportando los bombardeos aliados. Es decir que, no obstante el trágico entorno, gozaba de cierta libertad. Una definición de democracia dice que es el sistema de gobierno menos malo, dentro del cual, si es correctamente aplicado, los individuos ejercen plenamente sus libertades dentro del marco legal.

La fuerza bruta, típica en los sistemas totalitarios, jamás podrá aplastar el instinto básico humano de libertad. Si disponemos de confort (alimentos, techo, vestimenta, etcétera), pero carecemos de libertad que alimente nuestra naturaleza interior, sólo somos humanos a medias al satisfacer únicamente necesidades físicas. La corrupción es un fenómeno globalizado. Ella se presenta cuando alguien usa su poder de manera consciente para su ventaja personal.

Este es el caso típico, sobre todo en aquellos lugares donde aún carecen de un estado de derecho, de ciudadanos que conozcan esos derechos y los ejerciten, y de una prensa realmente independiente. Frenar la corrupción no es imponer una moral que nos convierta en santos. Sólo se trata de luchar contra el egoísta abuso del poder y crear oportunidades para los más débiles.

El 27/9/07 LA GACETA publicó, sobre la base de estudios de Transparencia Internacional (TI), que Argentina “es uno de los países con mayor corrupción”. Bulgaria y muchos Estados de Europa oriental están por debajo del número cuatro, es decir un alto índice de corrupción. Por lo tanto, no se trata de cambiar sistemas, sino de educar a las nuevas generaciones en los principios y valores éticos y morales.

Juan Carlos Topa
San Juan 1.311 (6º “A”)
S. M. de Tucumán

Fuente La Gaceta – Tucumán