Comienzo escribiendo estas líneas con lágrimas en los ojos. Acabo de escuchar a Facundo Capristo el hijo de Daniel Capristo asesinado de seis balazos por un adolescente de 14 años que ya contaba con antecedentes penales.
"Nos están matando como perros" dijo Facundo. "Somos gente de trabajo" "Lo único que esperamos es poder volver a casa para estar con nuestra familia"
Las excusas, siempre malintencionadas, de que era de San Isidro, de Barrio Parque o Recoleta no correrán en este caso. Era un trabajador y no es, ni fue ni será la última víctima de un crimen atroz de los tantos producidos en la Argentina de hoy sin ley, ni instituciones y plagada de ilegalidades.
Contrariamente a lo que sostiene el Señor Zafaronni tengo un temor más que fundado en pensar cuándo me tocará a mi o algún ser querido padecer una tragedia como la de la familia Capristo o la de miles de familias que han perdido padres, madres, hijos, primos, amigos ante la pasividad de un gobierno que permanece inerte, hasta parecería que alienta al delincuente a matar impunemente.
¡Ojo muchos medios nos han querido vender que el gran éxito de este gobierno ha sido la renovación de la Corte Suprema!
La anterior Corte no era buena pero esta.... Y sus dos principales valuartes son junto a otros responsables de este presente. El delincuente ha pasado a ser la víctima y la víctima el delincuente. Estamos cansados de ver cómo los marginales que han cometido crímenes aberrantes son dejados en libertad y continúan su derrotero criminal eliminando seres humanos, mientras nos siguen mintiendo sosteniendo que la inseguridad está exagerada por los medios y que el temor a la inseguridad es infundado, claro que quienes afirman esto poseen una gran cantidad de custodias para moverse libremente y pronunciar estas barbaridades.
¿Qué hacer ahora?
¿Otra marcha?
Puede ser, pero lo que tenemos que lograr es que gente capacitada, honesta y proba ocupe los cargos que hacen a los asuntos trascendentes de una Nación y que reemplace a los incapaces. En un país medianamente serio ninguna sociedad permitiría tener este tipo de jueces, de gobernantes, de legisladores, de ministros, de intendentes que permanecen inmóviles ante estos hechos. Hagamos una marcha pero pidiendo que asuman quienes nos defiendan y no a los delincuentes.
¡Señor y Señora Kirchner no protejan más a los delincuentes, defiendan al pueblo, defiendan a los pobres, defiendan a los trabajadores, en una palabra defiendan a las víctimas y no defiendan más a los delincuentes!
Mientras escribo esta nota el periodista Oscar González Oro en su programa de radio dijo: "Señores váyanse a la c.... de su ... en nombre de Facundo"
No es un vocabulario adecuado el del periodista pero se adapta al momento.
Mientras tanto sigo pensando ¿cuándo me tocará a mi? y ¿cuando le tocará a uno de mis seres queridos? y ustedes tienen que pensar lo mismo, porque lo que estamos viviendo no es un temor infundado, una exageración de los medios o una sensación, es la realidad y esta realidad muestra como dijo Facundo que nos están matando como perros. Pero los grandes cortesanos que fueron nombrados a pesar de que el contador de uno de ellos se olvidó de declarar algunos de sus bienes al fisco y otra estuvo en la lista de desaparecidos hasta que apareció en la Corte y supuestamente cobró la indemnización expresan que es una exageración y una posición infundada.
¿Puede gente así integrar el tribunal de justicia más importante del país?
Nada es casual, a nuestro criterio todo ha sido orquestado por un gobierno donde los delincuentes tienen acceso directo a la Jaula Rosada, ¿o no es así? averigüemos quién es quién.
Vemos todos los días, como los jueces de garantías de los delincuentes han permitido que en la Argentina estos maten a los inocentes como perros y para colmo señalan a las víctimas como victimarios.
Los argentinos no debemos marchar pidiendo solo seguridad, debemos pedir que estos sujetos que han posibilitado que maten a nuestros padres, hijos, hermanos, primos, amigos y siguen sosteniendo con total desparpajo que esto es una exageración de los medios y que el temor por la inseguridad es infundado, sean reemplazados-
No permitamos que nos sigan tomando el pelo, es hora de que esta política de estado a favor de los delincuentes se termine y se comience a aplicar una política de seguridad a favor de las víctimas y no de las inventadas víctimas de un progresismo retrógrado que empobrece, que corrompe, que deja que maten a su pueblo, que aumenta la desnutrición infantil, que incrementa el analfabetismo, que solo distribuye miseria y droga mientras la riqueza es para ellos, sus familiares y amigos.
¿Qué ha pasado con el dengue y el sistema de salud?
¿Qué se ha hecho con los fondos de las obras sociales destinados a la salud?
Ahora que la gente se muere enferma descubrimos que no se aplicaron políticas preventivas, que no hay dinero y quien dirige el ministerio correspondiente es licenciada en ciencias políticas. Como para ratificar la anti política pergeñada por este gobierno un llamado proveniente supuestamente de la presidencia ordenó al poder legislativo no dar quórum ni tratar el proyecto para declarar al dengue como epidemia nacional por miedo a ahuyentar al turismo.
La Argentina tiene que salir de esta tragedia provocada por un gobierno que aplica políticas de estado inaplicables en favor de los delincuentes, en contra de los inocentes sumado a la que ignora las instituciones promoviendo su eliminación.
La degradación institucional argentina debe terminar y la solución es que gente idónea, capaz, preparada y honesta ocupe los cargos que hoy ocupan quienes no están capacitados, ni tienen idoneidad para ocuparlos.
¡Tenemos que participar y ocuparnos todos de que esto suceda y se cumpla, nunca más gente incapaz debe ocupar los cargos mas importantes de la Nación ni dirigir los destinos de la misma!
Alejandro Olmedo Zumarán.
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