martes, 28 de abril de 2009

¿NO ESTAMOS PEOR QUÉ EN 2001?


No puedo dejar de contestar las afirmaciones de Néstor Kirchner, como decía el recordado Alberto Olmedo, como Argentino y Latinoamericano.
¿No les parece que estamos peor que en 2001? En ese entonces hubo un caos social y económico pero el pueblo, el verdadero pueblo pudo salir a las calles a protestar. Hoy ese verdadero pueblo no puede salir ya que es interceptado por las fuerzas de choque oficialistas. En 2001 la institución presidencial estaba desvirtuada, hoy no solo está desvirtuada la institución presidencial sino también todas las demás instituciones que conforman el régimen republicano o sea el poder legislativo y el judicial. Se ha perdido la división de poderes y prácticamente ninguno de los tres existe a punto tal que todos reconocen como presidente a quién no fue elegido en las elecciones.
Cuándo Kirchner señala que no quiere ver más el llanto de un pueblo como en 2001 me pregunto si tiene un problema auditivo y visual, el pueblo está llorando hace ya tres años y si esto sigue así llorará muchas décadas más.
Continua: "O volvemos a millones de desocupados y a destruir la industria nacional, o defendemos este modelo que empezó a cambiar la historia de la patria"
Ya volvimos a millones de desocupados y no solo esto que es gravísimo sino que hemos recuperado y sobrepasado los millones de pobres e indigentes de las peores épocas de la historia Argentina.
"La prensa sabe que la batalla la estamos ganando. En algún momento van a tener que decir la verdad de las encuestas"
Siempre el mismo término, "Batalla" todo siempre es una batalla pero esta la está perdiendo y holgadamente y si las encuestas dijeran la verdad ni siquiera hablaría señor Kirchner.
"Lo que se está tratando es de destituir al gobierno nacional"
Quien está contribuyendo a destruir el gobierno nacional o mejor dicho quién ha destruido éste es usted señor, se están autodestruyendo solos, son el fiel reflejo de la fábula del escorpión y la rana se están envenenando ustedes mismos.
"Algunos quieren que vuelva el modelo neoliberal"
Se equivoca nuevamente señor, no queremos que vuelva un gobierno corrupto disfrazado de neoliberal como tampoco aceptamos otro gobierno corrupto camuflado de nacional-popular que ha favorecido a los más ricos en detrimento de los más pobres.
"...el kirchnerismo es la "alegría y el amor"
Se equivoca nuevamente señor, el movimiento que usted nombra es la más fiel representación del odio y la tristeza, tristeza que se ve reflejada en los millones de Argentinos que no tienen para comer, educarse, vivir dignamente, cuyo cerebro está carcomido por el paco, que no pueden evitar ser asesinados por los delincuentes que ustedes han protegido mediante una política de seguridad llamada garantismo que no es ni más ni menos un garantismo para que los delincuentes puedan robar, secuestrar, violar y matar impunemente.
En lo único que coincidimos es en lo siguiente: "Esta no es una elección más", si por esas casualidades llega a ganar este modelo el país retrocederá aún más y la Argentina se acercará más a modelos que casi no existen en el mundo, es decir los modelos de la corrupción, populismo, aislamiento internacional y todo lo que tenga que ver con la eliminación de la República.

Alejandro Olmedo Zumarán.

lunes, 27 de abril de 2009

COMUNICADO DE ARTURO LARRABURE.


COMUNICADO DE ARTURO LARRABURE:
En mi carácter de apoderado de Arturo Larrabure, siguiendo sus expresas instrucciones y frente al documento “ALGUNAS PRECISIONES SOBRE LA CAUSA “LARRABURE”, emitido el 22.4.2009 por la Procuración General de la Nación, se informa a la opinión pública:
Que en el parte de prensa emitido en representación de Arturo Larrabure, respecto a los alcances del fallo que la Cámara Federal de Rosario dictara en fecha 16.4.09, se precisó con exactitud que dicho Tribunal había rechazado por unanimidad los planteos articulados por los fiscales Vásquez, Saccone y Bettiolo con el fin de anular el dictamen del Fiscal General Palacín.
Comunicamos también que el Tribunal concluyó que “ no ha existido lesión alguna a las facultades del Ministerio Público Fiscal, al ordenar una vista en los términos del art 180 CPPN”, por cuanto dicho procedimiento, ordenado por el entonces juez Dr. Germán Sutter Schneider, fue consentido por el titular del Ministerio Público Fiscal de la jurisdicción y se ajusta a las instrucciones dadas por la Procuración General de la Nación a los fiscales para que en caso de conflictos semejantes solicitaran se corriera vista al Fiscal General planteado la inconstitucionalidad del art. 348 CPPN.
Informamos finalmente que la Cámara había dejado sentado que el dictamen del Fiscal General Palacín conservaba su validez debiendo cumplirse lo allí indicado, realizando una severa advertencia a los fiscales por haber articulado “ sucesivas y constantes articulaciones de revocatoria o nulidad.. que no se compadecen plenamente con la defensa de la legalidad ni los derechos de partes, y que sin duda han provocado desgaste jurisdiccional, que debe ser evitado, no sólo en beneficio de la labor de los jueces y fiscales, sino en aras de los intereses generales de la sociedad (art 120 C.N)
En ningún párrafo del citado parte se sostuvo que la Cámara había fallado sobre el fondo considerando de lesa humanidad el crimen del Cnel Larrabure, por lo cual las interpretaciones incorrectas que pueda haber realizado la prensa, son fruto de las complejidades del caso y las dificultades que conlleva la interpretación de cuestiones jurídicas.
En cada una de las entrevistas realizadas por la prensa al suscripto, se precisó con claridad los límites del fallo, corrigiendo interpretaciones equívocas de aquélla y enfatizando que lo que debía cumplirse era la instrucción dada por el Fiscal General de realizar una investigación penal plena, en virtud de estimar el Dr. Palacín que, en principio, el crimen del Cnel Argentino del Valle Larrabure era de lesa humanidad.
Sorprende que el Procurador General de la Nación, Dr Esteban Righi, afirme en el documento que se analiza que “para el Ministerio Público Fiscal y, en particular, para la Procuración General de la Nación no existe ninguna duda acerca de que todo hecho delictivo que sea denunciado judicialmente debe ser investigado por los órganos correspondientes (jueces y fiscales). Recién después de la apertura de una investigación (o su reapertura, como se plantea en el caso “Larrabure”) procede realizar la discusión relativa a si determinado delito constituye o no “crimen de lesa humanidad”, pues ella debe ser consecuencia de una investigación previa. No corresponde generar esa discusión en abstracto, pues sólo procede si existe algún imputado y si se interpone un planteo de prescripción de la acción penal”.
No es precisamente lo que ha ocurrido en las causas abiertas por los asesinatos de Humberto y María Cristina Viola y Néstor Horacio López, cometidos por el ERP, donde los fiscales actuantes, cumpliendo las instrucciones dadas por el Procurador Righi mediante Resolución 158/07, en abstracto y sin investigación previa alguna concluyeron apresuradamente que tales crímenes no eran de lesa humanidad, oponiéndose a que se investigara si el gobierno de Héctor J. Cámpora había incurrido en terrorismo de Estado , y si tal imputación era extensible al gobierno cubano
7. Como puede verse, o bien el Procurador General desconoce lo que realizan los fiscales en cumplimiento de la resolución 158/07, o bien contribuye con sus palabras a la desinformación que imputa a terceros.
8. Arturo Larrabure comparte la preocupación del Dr. Esteban Righi de evitar caer en una banalización de la categoría jurídica de “crimen de lesa humanidad” y por tal motivo le sugiere respetuosamente analice el artículo “LESA HUMANIDAD: LA DOCTRINA MAL CITADA” que el Dr. Carlos Manfroni publicara en la Revista del Colegio de Abogados (Diciembre de 2007, Tomo 67, Nº 2) donde el jurista imputa al Procurador General haber citado -en el caso “Derecho, René”- de manera mutilada y con un sentido opuesto al de la doctrina, las conclusiones derivadas del fallo Prosecutor vs Tadic, dictado por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoeslavia el 7 de mayo de l997, exigiendo como requisito del tipo penal que la organización terrorista tenga control del territorio o pueda moverse libremente en él, cuando el párrafo 655 del fallo “TADIC” señala por el contrario: “Por tanto, de acuerdo con la Comisión de Derecho Internacional, los actos ya no tienen que ser dirigidos o instigados por un grupo en permanente control de un territorio…; actores no estatales pueden ser también posibles autores de crímenes de lesa humanidad”.
9.- La ardua y tenaz lucha que Arturo Larrabure libra para que el crimen de su padre sea considerado de lesa humanidad se inspira en motivos de estricta justicia. No median razones políticas, ni defiende al Proceso Militar, que comenzó después de que el Cnel Larrabure fuera vilmente asesinado. Distinta, por cierto, es la situación del Dr. Esteban Righi, quien tuvo como Ministro del Interior de Cámpora una activa participación en el diseño y dictado de la ley de amnistía, pese a lo cual estimó que no existían razones éticas o de decoro que le exigieran abstenerse de firmar la resolución 158/07.
Santa Fe, 22.4.09
Dr. Javier Vigo Leguizamón
Apoderado de Arturo Larrabure
LE 8.485.039; cel.0342-156313633

¿CU


Comienzo escribiendo estas líneas con lágrimas en los ojos. Acabo de escuchar a Facundo Capristo el hijo de Daniel Capristo asesinado de seis balazos por un adolescente de 14 años que ya contaba con antecedentes penales.
"Nos están matando como perros" dijo Facundo. "Somos gente de trabajo" "Lo único que esperamos es poder volver a casa para estar con nuestra familia"
Las excusas, siempre malintencionadas, de que era de San Isidro, de Barrio Parque o Recoleta no correrán en este caso. Era un trabajador y no es, ni fue ni será la última víctima de un crimen atroz de los tantos producidos en la Argentina de hoy sin ley, ni instituciones y plagada de ilegalidades.
Contrariamente a lo que sostiene el Señor Zafaronni tengo un temor más que fundado en pensar cuándo me tocará a mi o algún ser querido padecer una tragedia como la de la familia Capristo o la de miles de familias que han perdido padres, madres, hijos, primos, amigos ante la pasividad de un gobierno que permanece inerte, hasta parecería que alienta al delincuente a matar impunemente.
¡Ojo muchos medios nos han querido vender que el gran éxito de este gobierno ha sido la renovación de la Corte Suprema!
La anterior Corte no era buena pero esta.... Y sus dos principales valuartes son junto a otros responsables de este presente. El delincuente ha pasado a ser la víctima y la víctima el delincuente. Estamos cansados de ver cómo los marginales que han cometido crímenes aberrantes son dejados en libertad y continúan su derrotero criminal eliminando seres humanos, mientras nos siguen mintiendo sosteniendo que la inseguridad está exagerada por los medios y que el temor a la inseguridad es infundado, claro que quienes afirman esto poseen una gran cantidad de custodias para moverse libremente y pronunciar estas barbaridades.
¿Qué hacer ahora?
¿Otra marcha?
Puede ser, pero lo que tenemos que lograr es que gente capacitada, honesta y proba ocupe los cargos que hacen a los asuntos trascendentes de una Nación y que reemplace a los incapaces. En un país medianamente serio ninguna sociedad permitiría tener este tipo de jueces, de gobernantes, de legisladores, de ministros, de intendentes que permanecen inmóviles ante estos hechos. Hagamos una marcha pero pidiendo que asuman quienes nos defiendan y no a los delincuentes.
¡Señor y Señora Kirchner no protejan más a los delincuentes, defiendan al pueblo, defiendan a los pobres, defiendan a los trabajadores, en una palabra defiendan a las víctimas y no defiendan más a los delincuentes!
Mientras escribo esta nota el periodista Oscar González Oro en su programa de radio dijo: "Señores váyanse a la c.... de su ... en nombre de Facundo"
No es un vocabulario adecuado el del periodista pero se adapta al momento.
Mientras tanto sigo pensando ¿cuándo me tocará a mi? y ¿cuando le tocará a uno de mis seres queridos? y ustedes tienen que pensar lo mismo, porque lo que estamos viviendo no es un temor infundado, una exageración de los medios o una sensación, es la realidad y esta realidad muestra como dijo Facundo que nos están matando como perros. Pero los grandes cortesanos que fueron nombrados a pesar de que el contador de uno de ellos se olvidó de declarar algunos de sus bienes al fisco y otra estuvo en la lista de desaparecidos hasta que apareció en la Corte y supuestamente cobró la indemnización expresan que es una exageración y una posición infundada.
¿Puede gente así integrar el tribunal de justicia más importante del país?
Nada es casual, a nuestro criterio todo ha sido orquestado por un gobierno donde los delincuentes tienen acceso directo a la Jaula Rosada, ¿o no es así? averigüemos quién es quién.
Vemos todos los días, como los jueces de garantías de los delincuentes han permitido que en la Argentina estos maten a los inocentes como perros y para colmo señalan a las víctimas como victimarios.
Los argentinos no debemos marchar pidiendo solo seguridad, debemos pedir que estos sujetos que han posibilitado que maten a nuestros padres, hijos, hermanos, primos, amigos y siguen sosteniendo con total desparpajo que esto es una exageración de los medios y que el temor por la inseguridad es infundado, sean reemplazados-
No permitamos que nos sigan tomando el pelo, es hora de que esta política de estado a favor de los delincuentes se termine y se comience a aplicar una política de seguridad a favor de las víctimas y no de las inventadas víctimas de un progresismo retrógrado que empobrece, que corrompe, que deja que maten a su pueblo, que aumenta la desnutrición infantil, que incrementa el analfabetismo, que solo distribuye miseria y droga mientras la riqueza es para ellos, sus familiares y amigos.
¿Qué ha pasado con el dengue y el sistema de salud?
¿Qué se ha hecho con los fondos de las obras sociales destinados a la salud?
Ahora que la gente se muere enferma descubrimos que no se aplicaron políticas preventivas, que no hay dinero y quien dirige el ministerio correspondiente es licenciada en ciencias políticas. Como para ratificar la anti política pergeñada por este gobierno un llamado proveniente supuestamente de la presidencia ordenó al poder legislativo no dar quórum ni tratar el proyecto para declarar al dengue como epidemia nacional por miedo a ahuyentar al turismo.
La Argentina tiene que salir de esta tragedia provocada por un gobierno que aplica políticas de estado inaplicables en favor de los delincuentes, en contra de los inocentes sumado a la que ignora las instituciones promoviendo su eliminación.
La degradación institucional argentina debe terminar y la solución es que gente idónea, capaz, preparada y honesta ocupe los cargos que hoy ocupan quienes no están capacitados, ni tienen idoneidad para ocuparlos.
¡Tenemos que participar y ocuparnos todos de que esto suceda y se cumpla, nunca más gente incapaz debe ocupar los cargos mas importantes de la Nación ni dirigir los destinos de la misma!

Alejandro Olmedo Zumarán.

UTOPÍAS.


Me gustaría que los trabajadores perciban un justo salario por su trabajo y lo suficiente para vivir con su familia dignamente.
Me gustaría que la riqueza sea distribuida de manera justa hacia los que menos tienen para que puedan vivir con dignidad.
Me gustaría que la educación no fuera privilegio de unos pocos y que estuviera al alcance de todos.
Me gustaría que los Colegios y Universidades Nacionales vuelvan a ser lo que fueron en cuanto a nivel de excelencia académica y que los Rectores, Directores y Maestros sean quienes decidan qué estudiar, como calificar y de ser necesario cómo sancionar, así como también todo lo que tenga relación con la actividad educativa.
Me gustaría que los maestros recuperen su prestigio y autoridad, sin depender de la voluntad o capricho de un niño o de un adolescente malcriado.
Me gustaría que la policía recupere su valor como fuerza de seguridad y pueda desempeñar su trabajo libremente dentro de las leyes que regulan su ejercicio.
Me gustaría que los que roban, secuestran, violan, estafan, torturan y matan sean juzgados y condenados a prisión cumpliendo una pena acorde al daño causado.
Me gustaría que los políticos corruptos y que corrompen sean juzgados y condenados a prisión por infames traidores a la Patria y que cumplan su pena en prisión con un agregado de inhabilitación de por vida para actuar como funcionarios públicos.
Me gustaría que la familia recupere el rol que tenía y vuelva a formar parte de la vida cotidiana en la Argentina.
Me gustaría que la vida sea respetada ilimitada e incondicionalmente y sin ninguna excepción desde el primer segundo de gestación.
Me gustaría que la mujer sea respetada y valorada para que pueda desarrollarse plenamente.
Me gustaría que los hombres también recuperen algo del rol perdido en estas últimas décadas y puedan cumplir su papel como padres, hijos, maridos, trabajadores y sostén de la familia.
Me gustaría que los Argentinos pensemos en la Nación además de pensar en si mismos. El bien de todos es siempre la suma y mas que el bien individual.
Me gustaría que no arrojemos papeles en la calle, que cedamos el asiento a una anciana o una embarazada en el colectivo, que demos prioridad de paso al peatón, que crucemos la calle por las esquinas y no por la mitad de las cuadras.
Me gustaría que las fiestas nocturnas para adolescentes comenzaran a las 21.00 hs y terminaran en horario acorde al principio de cuidado de esa edad en formación por ejemplo 02.00 de la madrugada
Me gustaría que dichas fiestas se realicen en colegios o en clubs de barrios y no en boliches que lucran sin importarles los riesgos a que están sometidos los participantes.
Me gustaría que los vendedores de drogas sean juzgados y condenados con severas penas
Me gustaría que el consumo de sustancias nocivas sea disminuido a través del fortalecimiento de la familia y la permanente educación en escuelas y clubes, para que nuestros hijos puedan desarrollarse plenamente y así vivir en forma digna y esperanzada.
Me gustaría que sea quien fuere el gobernante de turno, exhibiese a todos su declaración jurada de bienes y viva de su sueldo presidencial o de funcionario y no de los negocios espurios que todos conocemos.
Me gustaría que los gobernantes se ocupen seriamente, como lo hizo Domingo Faustino Sarmiento, de construir escuelas y alfabetizar la Nación.
Me gustaría que recuperemos el valor del trabajo, la necesidad imperiosa de contar con oportunidades y la dignidad que una labor estable proporciona a quien lo tiene.
Me gustaría que mediante el esfuerzo y el ahorro todos podamos algún día tener la casa propia.
Me gustaría que los profesionales universitarios reciban un sueldo digno y no se vean tentados a trabajar en otros empleos para los que no se necesita estudiar, con el solo objeto de aumentar sus ingresos, porque con esas actividades complementarias ganan más que ejerciendo como médicos, abogados, psicólogos, ingenieros, economistas o escribanos.
Me gustaría que el fútbol vuelva a ser un deporte y no un circo para que unos pocos se vuelvan millonarios.
Me gustaría que los medios televisivos volvieran a empezar su transmisión a media mañana y al cierre terminen con algún mensaje reflexivo para puntualizar la ética y los valores que queremos ver en nuestro pueblo.
Me gustaría que dedicáramos más tiempo a la lectura para que estemos informados.
Me gustaría que los distintos credos y religiones sean respetados y no denostados.
Me gustaría que nuestros hijos valoren nuestro esfuerzo y nos digan "Gracias Papá" "Gracias Mamá" ya que por el bien de ellos no dormimos, no nos compramos ropa y hasta a veces dejamos de comer para hacerlos felices y lograr que vivan una infancia sin apremios.
Me gustaría que también los padres recuperáramos nuestro lugar y perdamos el miedo a transmitir las buenas enseñanzas que recibimos de nuestros padres. Los niños tienen derechos pero también tienen obligaciones y una de ellas es respetar y obedecer al padre y a la madre.
Me gustaría que la leche vuelva a venderse en botella y con tapa de aluminio para que al destaparla se pueda comer la crema espesa que estaba arriba.
Me gustaría que los bizcochos de grasa tengan gusto a grasa y la manteca gusto a manteca.
Me gustaría que el agua sea clara y limpia y que el sol, como antaño, no nos dañe la piel.
Me gustaría que la mermelada viniese con trozos de durazno, cáscaras de naranja y que el yogur de frutilla tenga las frutillas enteras y no esas pastas de colores que traen ahora.
Me gustaría que los pollos tuviesen gusto y los tomates también.
Me gustaría que la fruta tenga gusto a fruta.
Me gustaría volver a escuchar en radio a Héctor Larrea, Cacho Fontana, Antonio Carrizo, acompañados por Mario Sánchez y Mario Sapag. Volver a ver en TV al Negro Alberto Olmedo con Javier Portales y emocionarme con las peleas de Carlos Monzón, Nicolino Loche y Víctor E. Galindez, cuando se paraba el país y los partidos de tenis de Guillermo Vilas jugando la Copa Davis a tribuna llena y ver telenovelas como cuando no perdíamos un capítulo de Rolando Rivas Taxista.
Me gustaría escuchar en vivo a Carlos Gardel que cada día canta mejor y escuchar al Maestro Astor Piazzolla.
Me gustaría que la justicia sea igual para todos.
Me gustaría escribir más pero con esto creo que es suficiente.
Una última reflexión:
¡Qué sería del hombre sin las utopías!

Alejandro Olmedo Zumarán.

jueves, 9 de abril de 2009

"UNA SOLUCIÓN PARA LA INSEGURIDAD" POR ROLANDO HANGLIN.

Todo el país habla de la inseguridad: hay miedo y alarma por los asaltos, violaciones, robos y sobre todo los asesinatos gratuitos que se suceden y en los cuales los ladrones, absortos en la tarea de matar gente...¡Se olvidan de robar!
Tal vez sea sólo una "sensación", como dicen algunos respetables funcionarios. Tal vez, como afirman otros, la "prensa opositora" agiganta el tema para perjudicar a la administración. Tal vez. Pero admitamos que hay un problema de inseguridad (grave o leve) y que mejor sería no tener ningún problema en esa materia. ¿Verdad?
La reacción de los ciudadanos ante esta cuestión depende de su orientación política, su carácter y -sobre todo- las experiencias que les haya tocado vivir en su familia. Unos reclaman "mano dura" porque a los delincuentes "hay que meterles bala". Otros exigen que se resuelvan los problemas sociales de marginalidad y desempleo porque todo el asunto se origina en la violenta pobreza: sólo los padres que no pueden llevar un pan a la mesa de sus hijos salen a robar.
Bien. Sea lo que sea, examinemos la famosa teoria de la Tolerancia Cero, aunque más no sea para ver de qué se trata. En realidad no es una consigna policial ni una actitud ultra -represiva ni un invento de politicos ultraderechistas con alma de sheriff. Para nada.
La historia comienza en 1969, en la Universidad de Stanford (USA) donde el Profesor Phillip Zimbardo realiza un experimento de psicología social. Para estudiar el comportamiento del público, los investigadores dejan abandonado un auto nuevo junto a una vereda en el peligroso barrio del Bronx. El mismo dia y a la misma hora, estacionan otro auto (mismo modelo, misma marca, mismo color) en el lujoso vecindario de Palo Alto, California. Hay que recordar que, en aquellos años, uno de los mayores problemas de los Estados Unidos era precisamente la inseguridad, y se debatía con furia sobre las posibles soluciones, represivas o asistencialistas.
Al cabo de tres días, el auto estacionado en el Bronx había sido desguazado por los vecinos. Se fueron llevando los neumáticos, las ruedas, la radio y el pasacasette, los butacones, los vidrios, los pedales...¡Quedó sólo un esqueleto!
En cambio, el auto abandonado en Palo Alto estaba intacto. Nadie le prestaba atención. La conclusion inicial fue obvia: "En el Bronx hay hambre, marginalidad, escasez. La gente es muy pobre, de manera que no tiene tiempo de pensar si sus acciones son legales o ilegales. En su desesperación, roban lo que pueden. En cambio, los ricos vecinos de Palo Alto no necesitan un pasacasette ni una butaca de auto....¡Todos tienen varios autos!".
Pero el Profesor Zimbardo continuó con su extraordinaria investigación. Introdujo la siguiente novedad: romper uno de los vidrios del auto estacionado en Palo Alto. En pocas horas comenzó el proceso de desguace que había tenido lugar en el Bronx. Vandalismo, robo, destrozos a cargo de insospechables vecinos.
Por lo tanto...¿Qué tienen que ver la pobreza y el hambre? Nada.
Hay algo en la mente humana -concluyó el Profesor Zimbardo -que tiene que ver con el abandono, la suciedad, el desorden. Las señales de abandono incitan a las personas a comportarse de modo antisocial. Recordemos estos términos: señales de abandono.
Cuando usted, amigo lector, lleva a su perro a hacer las necesidades a la plaza...¿No busca un sitio que esté ya abundantemente adornado por otros perros? Esto reduce su sentimiento de culpa. Qué le hace una mancha más al tigre. ¿Verdad?
¿Por qué en las iglesias reina el silencio y todo está limpio? No se trata de que los feligreses sean millonarios. Ni tampoco de que el cura los vigile con una escopeta. Sencillamente, la quietud y el orden de ese lugar generan en el visitante una actitud de respeto. Por eso están todos callados "como en misa". Aunque reconozcamos que también se han saqueado templos en la historia humana.
Resumiendo el hallazgo del Profesor Zimbardo: las calles limpias, las veredas blanqueadas y sin graffiti, los canteros floridos, las plazas enrejadas y cuidadas, el mobiliario urbano sano -y- limpio representan el orden, e inspiran en las personas una conducta sin desórdenes.
Más adelante, dos investigadores llamados James Wilson y George Kelling desarrollaron la "Teoría de las Ventanas Rotas". Estos señores verificaron que, cuando en un edificio se rompe un vidrio y nadie se preocupa por reemplazarlo, ni hay castigos contra el autor de la pedrada, se genera un "efecto indiferencia". Pronto estarán rotos todos los vidrios del edificio. Y del barrio.
Dice una antigua norma metafísica denominada Ley de Atracción: los iguales se atraen.
El alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, inició en 1994 la puesta en práctica de la teoría de las ventanas rotas. Aplicó entonces la Tolerancia Cero. Esto es: reprimir con firmeza cualquier desmán, cualquier irregularidad. Por ejemplo: no está permitido abordar a los automovilistras exigiéndoles que compren un objeto perfectamente inútil, o que paguen por un rápido fregado de sus ventanillas, ni circular con palos, piedras o máscaras, ni agruparse en tumulto impidiendo la circulación. Es decir: no está permitido hacer todo lo que los argentinos hacemos constantemente, o toleramos como vacas asustadas.
Una mirada a la carrera criminal de un millón de gangsters permite observar que empezaron a los ocho años (por ejemplo) robando un caramelo, siguieron con un reloj, ascendieron luego a la violación de una muchachita a los 13 años, empuñaron su primer revolver a los 17 y luego siguieron en su marcha consagratoria con asesinatos, copamientos, batallas urbanas, fusilamientos de inocentes. Pero todo empieza con un furtivo piedrazo a las ventanas...
Personas más expertas que yo han señalado que el crimen no tienen nada que ver con el hambre o la miseria, ya que en realidad se trata de una industria. Por lo tanto, requiere capital. Es muy cara una pistola, con sus proyectiles adecuados, y el uso de la misma supone entrenamiento, práctica, tiempo de training, no sólo vocación. Las distintas maniobras de un grupo de asaltantes (agrupación de ataque y fuga, cobertura de fuego enemigo, logística, uso de vehículos y armas, cantidad de individuos necesarios para determinada operación, apoyo de retaguardia, copamiento, reserva de municiones, distribución geográfica de los efectivos) corresponde a un manual de tipo militar. El lunfardo acude en nuestra ayuda para demostrar que esta industria se basa en una mano de obra bien entrenada, segura de su IMPUNIDAD (si no, se acaba el negocio) y que sus protagonistas son trabajadores. "Afanar" viene del castellano antiguo: trabajar. Lo mismo significa hoy día en España la palabra "currar". Desempeñar un empleo. Y por ese mismo motivo los gangsters de las películas contratan a un hampón diciéndole: "Te voy a encargar un trabajito..."
Es una industria muy rentable que se basa en arruinarnos a todos nosotros.
Durante veinte años he pasado por la placita de Libertador y Olleros, camino al Buenos Aires Lawn Tenis Club. Siempre fue un sitio indeseable. Oscuro, dudoso, sucio de papeles y excrementos, con el césped arrasado. Hace dos días pasé por allí, descubriendo con sorpresa que aquí también aplican la Teoría del Vidrio Roto y la Tolerancia Cero, cuando quieren. La plaza está iluminada al giorno, con verjas negras que producen cierto respeto instintivo, con canteros rebosantes de flores.
O sea: tal vez no hagan falta batallones de policías armados hasta los dientes, sino -al menos para empezar- una buena cantidad de pintores, carpinteros, jardineros, guardianes de plaza y, sobre todo, la decisión política de vivir en un país decente, ordenado y limpio. Sin violencia en ninguna parte.
¿Que todo esto es una utopía? Hombre, claro, esa es la idea.
LA NACIÓN. COM. MARTES 7 DE ABRIL.

lunes, 6 de abril de 2009

ACERCA DE LOS DICHOS DE ZAFFARONI.

A las declaraciones de Carmen Argibay sobre que la inseguridad está exagerada por los medios, se suman las de Eugenio Zafaroni que sostuvo que el temor a la inseguridad es infundado. Para el diccionario de la Real Academia la definición de infundado significa que carece de fundamento real o racional.
Creo que no hay nada más racional y fundado que expresar el temor por la inseguridad, solo basta caminar por cualquier calle, circular por avenidas, rutas nacionales o parajes de cualquier rincón del país para corroborar que resulta un peligro inminente. Lo irracional es, que ante tantas violaciones, secuestros, robos y asesinatos se sostenga que esto es producto de una exageración de los medios y que el temor a ser la próxima víctima no tiene fundamento no aplicando una política de estado eficiente que tienda a disminuir la ola de inseguridad.
Los dos principales valuartes de la Corte renovada durante la gestión Kirchnerista coinciden con las declaraciones del propio gobierno contrariando la opinión de la mayoría de un país que sostiene que la inseguridad es inmanejable para el mismo y se ve indefenso ante la inoperancia del gobierno nacional y gran parte de un poder judicial timorato por aplicar las leyes vigentes en el Código Penal.
Alejandro Olmedo Zumarán.

SOBRESUELDOS Y AUSENCIA DE MORAL II


El 12 de julio de 2005 analizábamos en NOTIAR con el titulo: "Sobresueldos y ausencia de moral", los comportamientos de los políticos y los miembros de la sociedad argentina.

Decíamos entonces: "Quienes son los responsables de dirigir los destinos de la República han evidenciado constantemente, salvo honrosas excepciones, un desapego por el cumplimiento de las normas jurídicas y las morales que son las que conciernen al fuero interno o al respeto humano".
A continuación hacíamos un recuento de algunos de los comportamientos habituales en nuestra masa social que nos demuestra lo lejos que estamos de ser una sociedad madura y comprometida con el progreso de la Nación.

Eran diez puntos pero sólo recordaremos cuatro:

1) Intentar coimear a un policía para evitar ser multado y luego contarlo como una hazaña en una reunión de amigos.
2) Conducir a mayor velocidad que la permitida, no respetar los semáforos en rojo, no dar prioridad de cruce al peatón, abusar del uso de la bocina, estacionar o detenerse en lugares prohibidos.
3) Sacar la basura en horas y días que la ley lo prohibe.
4) Caminar por las calles tirando papeles en las veredas haciendo caso omiso de los cestos a la vista.

Llegando al final del análisis nos planteábamos los siguientes interrogantes:

1) ¿Qué puede suceder con una sociedad donde la mayoría de sus miembros no cumple las normas básicas de convivencia social y luego, entre esos incumplidores, se elige a quienes ocuparán los cargos de jerarquía, como juez de la Nación, legislador o presidente de la Nación?

2) ¿Puede una sociedad cuya mayoría hace del incumplimiento a las normas una regla y el respeto a ellas la excepción clamar a sus gobernantes, legisladores, jueces, ministros y funcionarios del Estado que tengan moral y honestidad?

Para finalizar proponíamos lo siguiente:
"Como punto de partida para solucionar este problema crucial que atañe a nuestra República, propongo que todos los habitantes de la Nación comencemos por cumplir esas normas, que para muchos son irrelevantes, pero constituyen la base del respeto y de la madurez que es patrimonio de una sociedad avanzada. Cuando comprendamos el valor que significa para una Nación el cumplimiento irrestricto de la ley, que toda norma debe ser respetada sin excepción y que esto debe ser transmitido a nuestros descendientes, ese será el primer paso hacia la construcción de un país serio..."

De esto se cumplirán cuatro años el 12 de julio y al parecer estamos lejos de haber comenzado cómo sociedad a cumplir las normas que para muchos son irrelevantes, porque continúan siendo ignoradas por la mayoría de los habitantes.

A medida que transcurre el tiempo estamos más y más distantes de comprender el valor que tiene para una Nación el cumplimiento irrestricto de la ley.

A esta altura, no hay ninguna duda que quienes más se han alejado de los postulados, principios y garantías de las leyes y sobre todo de la Constitución Nacional son los actuales responsables de dirigir los destinos de la Argentina.

Si hace cuatro años proponíamos que todos comencemos por cumplir las normas sean estas mas o menos relevantes, pensando en la formación de las generaciones futuras, en la actualidad las irregularidades, la corrupción, la mal llamada viveza criolla que no es otra cosa que el incumplimiento liso y llano de la ley, la violación constante y sistemática de los principios y garantías constitucionales se han incrementado hasta límites rayanos en el delito, que es tolerado e incentivado para cubrir desde el gobierno su propia inconducta.

Tomando en cuenta además el agravante de haber casi inutilizado dos de los tres poderes que conforman un Estado Republicano, extremo alarmante cuando el legislativo y el judicial hacen lo que les dice quien comanda el ejecutivo, y quién comanda dicho poder es una títere que obedece los deseos de quién verdaderamente dirige el país sin ocupar ningún cargo gubernamental, el panorama se complica y resulta en sumo grado amenazante de la estabilidad de la Nación Argentina.

El grado de inmoralidad, perversidad y anarquía al que hemos llegado era inimaginable y aún hoy cuesta creer que estemos viviendo esta situación.

Asimismo, si tomamos en cuenta la opinión de analistas avezados en temas políticos, éstos nos anuncian que la situación actual todavía puede empeorar ya que, de ganar las elecciones, sea en junio o en octubre, los responsables de este funesto presente podrían caer en una forma de gobierno dictatorial y revanchista que haría trizas el futuro de la Argentina.

La moral y la dignidad han sido derrotadas por la violencia irracional del poder en ejercicio, violencia que se instrumenta por medio del arma más descarnada que ciertos hombres hoy no pueden resistir, el dinero.

El dinero hace que gobernadores anuncien que adherirán a la coparticipación federal de las retenciones a la soja ofrecidas por el gobierno, olvidando que las conciencias de los que estamos decididos a no vendernos no los perdonaran ni justificaran por haberse rendido ante esas deshonrosas concesiones

¿Hubiesen hecho lo mismo Domingo F. Sarmiento, Arturo Illia, José de San Martín o Lisandro de la Torre?

Seguramente no, porque tenían como valores principales la moral, la honestidad, la dignidad y el progreso de la República. Su ejemplo nos indica justamente lo contrario de lo que esta aconteciendo: no ceder a las extorsiones, a las dádivas impropias y toda manipulación que mancillara nuestro honor.

Estos valores, perdidos también en el mundo entero, se han extinguido aceleradamente en la Argentina donde la dignidad, la honestidad y la moral son utopías y cuentos de ciencia ficción para gran parte de la sociedad y para casi todos los políticos.

Cuando la mayoría de los integrantes de una sociedad antepone el beneficio personal, el de sus parientes y sus amigos a las leyes, paraliza sus defensas radicadas en la ley y en las Instituciones para caer enferma. Esta es una enfermedad terminal y a nadie escapa el conocimiento de cual es el final que nos espera.

Alejandro Olmedo Zumarán.
"Ayudemos... a convertir el desencanto acumulado en una lección y no en una lápida": Santiago Kovadloff, La República sigue siendo una ausencia (El Mirador, "La Nación" 3/04/2005).
Ante la inmoralidad y la ineficiencia de la clase política para resolver los problemas que asolaban a la Nación años atrás, la ciudadanía salió a las calles clamando el ya olvidado e incumplible "que se vayan todos...".
Actualmente, como en el pasado ocurrió con el bochornoso hecho, nunca aclarado, de las coimas en el Senado, otro asunto muestra la deshonestidad de quienes nos han gobernado. Es el que trata los sobresueldos que percibían los ministros y secretarios del Estado Nacional vía fondos reservados de la SIDE o empresas privadas, dinero que no debería haber sido aceptado por el funcionario de turno. Tampoco hay certezas si en los días que corren esta práctica ha sido dejada de lado.
En la edición on line de "La Nación" se realizó una encuesta en la que votaron 18.477 personas ante la pregunta ¿Cree usted que en este gobierno se pagan sobresueldos? El 87,40% expresó que sí, lo que demuestra el desprestigio que tienen los funcionarios encargados de administrar la cosa pública.
Quienes son los responsables de dirigir los destinos de la República han evidenciado constantemente, salvo honrosas excepciones, un desapego por el cumplimiento de las normas jurídicas y las morales que son las que conciernen al fuero interno o al respeto humano.
La duda que invade mi espíritu es la siguiente: gran parte de los políticos ¿es inmoral o la sociedad argentina lo es también en su mayoría?
Analizando comportamientos sociales cotidianos, nos dan una pauta del perfil de la sociedad.
1) Intentar coimear a un policía para evitar ser multado y luego contarlo como una hazaña en una reunión de amigos; 2) conducir a más velocidad que la permitida, no respetar los semáforos en rojo, no dar prioridad de cruce al peatón, abusar del uso de la bocina, estacionar o detenerse en lugar no permitido; 3) sacar la basura en horas y días que la ley lo prohibe; 4) caminar por las calles tirando papeles en el piso y no en el cesto; 5) comer productos en las góndolas de los supermercados y luego tirar el envase en el piso o no anunciarlo a la cajera cuando abonamos; 6) no dejar el asiento a las mujeres embarazadas ni a las personas mayores en los medios de transporte público, a pesar del cartel que indica la obligación; 7) caminar con paraguas bajo los balcones cuando diluvia, no dejando pasar al transeúnte que no lo tiene; 8) entrar en el subte y no dejar salir del vagón a quien intenta descender; 9) el afán por querer saltear a quienes nos preceden en las colas; 10) el incumplimiento del horario por parte de muchos profesionales que atienden a sus pacientes o clientes después de la hora prefijada.
Podría continuar, pero con estos diez puntos es suficiente para plantear los siguientes interrogantes:
1) El impracticable pedido de "que se vayan todos" fue dejado de lado por el hecho de que la mayoría de los componentes de la sociedad no cumple las normas básicas de convivencia social y, por lo tanto, los futuros reemplazantes elegidos dentro de esta sociedad tampoco las respetarían. Una persona que no cumple con las normas a las que está obligado como ciudadano ¿puede ser un funcionario honesto e idóneo en la función pública?
2) Existe la creencia de que el ejemplo debe venir de arriba hacia abajo, del padre al hijo, del maestro al alumno, del gobernante a sus gobernados.
¿Qué puede suceder con una sociedad donde la mayoría de sus miembros no cumple las normas básicas de convivencia social y luego, entre esos incumplidores, se elige a quienes ocuparán los cargos de jerarquía, como juez de la Nación, legislador o presidente de la Nación? ¿Puede una sociedad cuya mayoría hace del incumplimiento a las normas una regla y el respeto a ellas la excepción clamar a sus gobernantes, legisladores, jueces, ministros y funcionarios del Estado que tengan moral y honestidad?
Como punto de partida para solucionar este problema crucial que atañe a nuestra República, propongo que todos los habitantes de la Nación comencemos por cumplir esas normas, que para muchos son irrelevantes, pero constituyen la base del respeto y de la madurez que es patrimonio de una sociedad avanzada. Cuando comprendamos el valor que significa para una Nación el cumplimiento irrestricto de la ley, que toda norma debe ser respetada sin excepción y que esto debe ser transmitido a nuestros descendientes, será el primer paso hacia la construcción de un país serio que, seguramente, tendrá, como merecemos todos, presidentes, legisladores, jueces, ministros y funcionarios probos y honestos que entenderán de una vez por todas el significado de tener el honor de servir a la Patria desempeñando un cargo público; y que ese honor no debe ser mancillado por el beneficio personal que tanto ha primado en nuestros últimos dirigentes.
Como expresara el gran novelista y dramaturgo ruso Anton P. Chejov, "los inteligentes son los que quieren aprender; los otros, enseñan".
Alejandro Olmedo Zumarán

LA TEORÍA DE LOS DEMONIOS.

Con respecto a la carta publicada el 30/3 titulada: "Sobre la teoría de los dos demonios" deseo expresar que resulta muy difícil respetar a una persona que celebra con alegría los atentados terroristas, sea el de las Torres Gemelas, el de la Estación de trenes de Atocha, o cualquier otro que tenga lugar en cualquier parte del mundo.

Matar en defensa propia, una vez realizada la exhaustiva investigación por parte del juez quién sentencia que realmente hubo legítima defensa propia, está amparado por la ley.

¿En defensa de quién mataban los terroristas subversivos de los setenta, quienes según la sentencia del juicio a las juntas militares asesinaron a 1501 personas entre los que se encontraban tanto policías y militares como civiles que incluyeron a niños de tres años como Cristina Viola y Juan Barrios?

¿Qué explicación justifica a los 21642 atentados terroristas?

La violencia, venga de dónde venga merece el mismo juicio. Cuando el objetivo es secuestrar, torturar y matar seres humanos las muertes valen lo mismo, no hay vidas que valgan mas que otras. Tampoco encuentro justificativo para lo que hicieron los terroristas que intentaban liberarnos de la esclavitud, perpetrando la mayoría de los atentados terroristas durante gobiernos democráticos.

¿Liberarnos de qué o de quién?¿De la democracia y de Perón?

Fueron secuestros, torturas y muertes que encadenaron más muertes, tal como está comprobado por lo que pasó después del 24 de marzo de 1976.

La pregunta que cabe a esta altura es: ¿el país mejoró?

Ser joven, católico ferviente, ¿humanista? y revolucionario no le da a nadie el derecho de erigirse en “salvador de la patria y del planeta”, menos aún cuando ese salvamento consistía en eliminar a miles de seres humanos.

Quienes combatieron al terrorismo, violando los derechos humanos, también se arrogaron el título de salvadores de la Nación, provocando divisiones y enconos que trajeron aparejado un enorme sufrimiento que aun hoy sigue vigente.

Ambos lados reclaman justicia, y una de las partes, la de las víctimas del terrorismo subversivo, ni siquiera ha logrado el más mínimo reconocimiento, por el contrario, continúa siendo discriminada por haber sido militares, hijos de militares o civiles, quienes perdieron la vida por haber estado en el lugar donde muchos jóvenes humanistas y católicos fervientes que querían salvar al planeta ponían bombas.
Alejandro Olmedo Zumarán.

LA TEORÍA DE LOS DEMONIOS.

Con respecto a la carta publicada el 30/3 titulada: "Sobre la teoría de los dos demonios" deseo expresar que resulta muy difícil respetar a una persona que celebra con alegría los atentados terroristas, sea el de las Torres Gemelas, el de la Estación de trenes de Atocha, o cualquier otro que tenga lugar en cualquier parte del mundo.

Matar en defensa propia, una vez realizada la exhaustiva investigación por parte del juez quién sentencia que realmente hubo legítima defensa propia, está amparado por la ley.

¿En defensa de quién mataban los terroristas subversivos de los setenta, quienes según la sentencia del juicio a las juntas militares asesinaron a 1501 personas entre los que se encontraban tanto policías y militares como civiles que incluyeron a niños de tres años como Cristina Viola y Juan Barrios?

¿Qué explicación justifica a los 21642 atentados terroristas?

La violencia, venga de dónde venga merece el mismo juicio. Cuando el objetivo es secuestrar, torturar y matar seres humanos las muertes valen lo mismo, no hay vidas que valgan mas que otras. Tampoco encuentro justificativo para lo que hicieron los terroristas que intentaban liberarnos de la esclavitud, perpetrando la mayoría de los atentados terroristas durante gobiernos democráticos.

¿Liberarnos de qué o de quién?¿De la democracia y de Perón?

Fueron secuestros, torturas y muertes que encadenaron más muertes, tal como está comprobado por lo que pasó después del 24 de marzo de 1976.

La pregunta que cabe a esta altura es: ¿el país mejoró?

Ser joven, católico ferviente, ¿humanista? y revolucionario no le da a nadie el derecho de erigirse en “salvador de la patria y del planeta”, menos aún cuando ese salvamento consistía en eliminar a miles de seres humanos.

Quienes combatieron al terrorismo, violando los derechos humanos, también se arrogaron el título de salvadores de la Nación, provocando divisiones y enconos que trajeron aparejado un enorme sufrimiento que aun hoy sigue vigente.

Ambos lados reclaman justicia, y una de las partes, la de las víctimas del terrorismo subversivo, ni siquiera ha logrado el más mínimo reconocimiento, por el contrario, continúa siendo discriminada por haber sido militares, hijos de militares o civiles, quienes perdieron la vida por haber estado en el lugar donde muchos jóvenes humanistas y católicos fervientes que querían salvar al planeta ponían bombas.

Alejandro Olmedo Zumarán.


Al leer la carta de la Señora Inés Blanco no puedo más que sentir un profundo rechazo hacia la actitud de destruir la Plaza Cristina Viola situada en las calles Muñecas y España que llevaba el nombre de una de las miles de víctimas que el terrorismo subversivo exterminó sistemáticamente. Tanto Cristina Viola como Juan Barrios que también tenía tres años cuando lo asesinaron los terroristas así como todas las demás víctimas, eliminadas la mayor parte durante gobiernos democráticos, merecen respeto. No solo que no se destruyen las plazas o bustos con sus nombres sino que quiénes cometieron dichos crímenes de lesa humanidad sean juzgados tarde o temprano.
El recuerdo de Cristinita no podrá ser diluido para otras generaciones sino todo lo contrario.
¿Quién sino el gobierno ha hecho posible qué muchos que nada sabían se enteraran de los crímenes y las acciones aberrantes producidas por el terrorismo subversivo sino fuera por una política de estado sesgada y parcializada hacia uno solo de los lados intentando ocultar y tergiversar la realidad?
Dicen que la mentira tiene patas cortas, estimo que estamos llegando al final de esas patas.

Alejandro Olmedo Zumarán.


No fui simpatizante del Dr. Raúl Alfonsín, no obstante su muerte, a mi entender, es un hecho que ha evidenciado sentimientos que conmovieron a la crispada sociedad Argentina.

El fallecimiento de quién gobernara el país entregando el mandato cinco meses antes de finalizar su período, ha producido una unión y una reacción en la sociedad que puede interpretarse como un mensaje a todos los políticos argentinos y en especial al gobierno nacional.

A esta altura cabe la pregunta acerca de ¿cuáles fueron los valores que toda la gente que fue a despedirlo resaltó?

Su honestidad por sobre todas las cosas, la predisposición al diálogo, su permanente pedido de unidad nacional y la búsqueda de consensos dejando de lado viejos rencores y odios para lograr que de una vez por todas este país supere la debacle en que vivimos.

El mensaje fue muy claro, el pueblo no fue a la Plaza de Mayo, sino que desde todos los rincones de la República autoconvocó para despedir a un hombre que ha simbolizado valores perdidos, valores que por medio del lamentable acontecimiento de la muerte ha demandado a los políticos y al gobierno nacional que se pongan nuevamente en práctica.

Poco importan los errores cometidos por el Dr. Alfonsín, en estos tiempos interesa el futuro del país y lo que el pueblo ha reclamado al gobierno nacional y a los políticos en las calles de toda la Nación:

Honestidad, unidad, diálogo, consenso, transparencia y sinceridad.

Es de esperar que este homenaje sincero y espontaneo no sirva sólo para que dentro de un año los canales de TV lo repitan cuando se cumpla el primer aniversario de su muerte.

Esperamos y anhelamos que sea el puntapié inicial para que todos unidos pongamos a la Argentina de pie con el objeto de reconstruir a nuestro país.

Alejandro Olmedo Zumarán.