miércoles, 4 de marzo de 2009

VEINTIDOS AÑOS DE LA PARTIDA DEL NEGRO OLMEDO.

Eran las ocho de la mañana del sábado cinco de marzo de 1988 estaba dando una clase de tenis en la cancha 19 a mi amigo Fernando M. apodado El Turco, de pronto se acerca Osvaldo que era canchero del club y con lágrimas en los ojos me dice: ¡Viste se mató Olmedo!
Yo estaba trabajando pero pensé que Osvaldo estaba bajo los efectos del alcohol luego de una noche dura.
Transcurría el mes de marzo y no había mucho trabajo entonces al finalizar la clase llamé a casa y le pregunto a mi madre:
¿Escuchaste algo en la radio?
¡Sí se mató El Negro Olmedo!
Yo no lo podía creer, todos los veranos iba a Mar del Plata y veía sus obras, lo veía a Él con el monstruo de Javier Portales (Alvarez) y justo ese verano por un tema muy importante no había ido a la Feliz.
Teníamos planeado ir con mi mejor amigo Juan Manuel B. y su entonces novia Silvina P. al campo de Alejandra U. y otros amigos del grupo que teníamos en los 80.
Yo tenía mi auto nuevo un fiat 128 Super Europa y ante el estupor decidimos partir. En el campo había TV y pudimos ver la irremediable tragedia.
Aún hoy me pregunto por qué El Negro Olmedo se descuidó ese segundo y nos dejó para siempre sin su presencia física, porque espiritualmente está. Miren sino estará que veintidos años después nadie lo ha podido reemplazar ni siquiera se le han podido acercar. Es mi ídolo, si no hubiera ocurrido esta desgracia hoy estaría a la altura de un Hugo Tognasi como decía el recordado Tito B., era El Humorista, El Actor, El Comediante, El Centro de todo y sobre todo UNA GRAN PERSONA.
No puedo olvidarme el sketch de Borges y Alvarez y el día que al Manosanta lo fue a visitar Verónica Castro, ese número fue lo mejor que he visto en mi vida, Un Monstruo inolvidable.
Algunos decían que era chabacano, grosero pero no lo era, fue y es el mejor humorista argentino de todos los tiempos. Espero hoy ver alguna repetición de sus famosos programas para reirme y mostrarle a mi hija quién fue Alberto Olmedo.
Un genio del humorismo, que como cualquier ser humano tuvo fallas pero hizo reir a todo el mundo y hacía que el viernes a las 22 hs. fuera sagrado y todos nos congreguemos frente al televisor a verlo.
Gracias por todo Negro.
Extrañamos tu ausencia física pero te tenemos presente siempre.
Alejandro Olmedo Zumarán.

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