"Los adolescentes necesitan límites, pero también necesitan que los adultos comprendan su mundo. De poco sirven monólogos moralistas. Es preferible conectarse mejor con ellos, escucharlos, compartir. Sobre esa base el diálogo y los límites serán naturales. En general, los adultos no les damos buenos ejemplos. Ellos nos ven y nuestras palabras, si no son coherentes con nuestros actos, pasan a ser vacías. Una sociedad mejor empieza por cada uno."
Juan Manuel Bulacio
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