viernes, 27 de agosto de 2010

NOS INCUMBE A TODOS.

"La justicia nos incumbe a todos Señor" respondió Don Diego de la Vega, "El Zorro" a un sátrapa que expresaba, "Esto a usted no le incumbe" ante el pedido de explicaciones de Don Diego por el injusto maltrato a otra persona
Tan pocas palabras resumen quizá el gran mal de la Argentina y los argentinos. Es que en la práctica a la mayoría de los argentinos no les incumbe ni les importa la justicia, mientras su vida y su bolsillo no tenga problemas. No interesa ni les aflige que alguien cometa las injusticias más aberrantes mientras a ellos no los alcance. Queda claro que es un pensamiento pobrísimo de alguien cuya indigencia mental lo ha llevado a pensar así.
Ejemplos de dirigentes nacionales que han ignorado las leyes y los principios constitucionales mientras gran parte del país permanece impávido sobran. Pero con el advenimiento de los Kirchner al poder la cuestión ha superado todo los límites en cuanto a ignorancia, violación y manipulación de las leyes.
A la Argentina no le incumbe la justicia porque ha sido pisoteada, devaluada y degradada a tal punto que quién omitió declarar bienes al fisco es nombrado como miembro del tribunal más importante de Justicia de la Nación y quién fue responsable de la desaparición de 500 millones de dólares mientras gobernaba una provincia fue elegido Presidente de la Argentina y así podríamos enumerar muchos hechos que muestran que a la Argentina no le incumbe la justicia.
Se acaba de cerrar la Agencia encargada de promover y vender el país Argentina en el mundo y su titular se enteró por los medios.
¿Nos preguntamos si se puede vender algo que está putrefacto?
Es como ir a comer a un restaurante donde sabemos que su dueño hace la comida con productos vencidos y sin limpieza. Cómo vender al mundo un país dirigido por quienes faltan a la verdad, incrementan su patrimonio cuatro veces mientras, la corrupción, el número de pobres, analfabetos y desnutridos que no tienen trabajo, educación y comida crece sin cesar.
Un país donde los colegios son tomados por los alumnos enarbolando la bandera de la educación pública pero que no quieren asistir a clases argumentando falta de comodidades, con empresas tomadas por gremios y trabajadores que no quieren trabajar hasta que ganen más que el presidente de la empresa sin realizar tarea alguna.
Un país así no puede tener futuro ni progreso alguno. Un país donde el gobierno viola sistemáticamente la justicia pero la aplica a quienes piensan distinto.
¿Por qué se ha llegado a este punto en que muchos creemos que no hay arreglo posible por lo menos para los próximos cincuenta años?
Respuestas puede haber muchas y cada persona tendrá una pero resumiéndolas podemos decir que esto sucede porque al argentino no se hace cargo de la responsabilidad que le corresponde ni le importa el manejo arbitrario de la justicia salvo cuando la misma se le aplica injustamente a él, no importando que a otros se les haya hecho lo mismo con anterioridad y también por su pobre educación elemental y cívica para comprender que un país no progresa porque los índices de crecimiento económico se eleven supuestamente a tasas de primer mundo o porque muestren que el empleo ha subido, datos que siempre resultan poco confiables, sino porque las condiciones para el crecimiento económico, del empleo, de la producción y de la inversiónse hagan en un clima donde la seguridad jurídica sea la principal protagonista, donde la división de poderes brille por su presencia, donde no exista un secretario de estado que se presente con matones y guantes de box para intimidar a empresarios, productores y futuros inversores y donde los presidentes no se presenten ante la población relatando cuentos.
Argentina está en un momento muy delicado y solo podrá recuperarse si a todos nos incumbe la justicia como dijo Don Diego de la Vega, El Zorro.

Alejandro Olmedo Zumarán

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