El 15 de octubre de 2009 publicaba en mi blog un artículo que tuvo mucha repercusión y por el cual recibí muchas felicitaciones(http://wwwelzorroalejandro.blogspot.com/2009/10/argentina-un-pais-con-argentinos.html).
Luego de ver los hechos relacionados con la aprobación del matrimonio para personas del mismo sexo, vino a mi memoria aquel artículo, muy pesimista por cierto. Sostenía que el gran problema no son los Menem, Duhalde o los Kirchner sino qué para que existan estos personajes, detrás de ellos debe haber un país que piensa, actúa y siente mayoritariamente como ellos.
Si partimos de la base que el actual gobierno ha hecho, hace y seguramente hará mucho daño a la Argentina y sobre todo a los más pobres y necesitados, lo mejor sería que esta administración no dirigiera más los destinos de la Nación.
¿Cómo lograr esto?
Mediante los medios que nos da la democracia.
¿Cuáles son estos medios?
Uno es el Congreso y la posibilidad que se abrió el 28 de junio gracias al triunfo de la oposición gestada por Mauricio Macri, hoy casualmente procesado, Francisco de Narváez y Felipe Solá. Parecía que el tiempo de los Kirchner se iba terminando. De pronto y por nimiedades entre los opositores el triunfo comenzó a opacarse. Cada uno de los integrantes del triunfo del 28/6 creyó ser el "Salvador de la República" y lejos de aportar ideas y hechos concretos para terminar con la actual administración, se han dedicado a su proyecto personal no comprendiendo que el principal objetivo para terminar con esto es unirse para lograr que el poder omnímodo se diluya y poder retomar el sendero de una democracia plena y no renga como la que tenemos.
Lejos de esto presenciamos como opositores de los distintos partidos aprueban leyes inverosímiles presentadas por el partido gobernante con argumentos como, "yo voto por mis propias convicciones" demostrando una falta de cultura alarmante ya que el o ella no representa a sus propias convicciones o a sus experiencias personales sino a quienes la votaron o a su provincia, otros opositores por llamarlos de alguna manera dicen o argumentan estar de acuerdo con algunos proyectos, por ejemplo la estatización de los fondos jubilatorios, como si estos fondos pasaran verdaderamente a ser administrados por un estado honesto y decente y no por los actuales gobernantes responsables entre otras cosas de la desaparición de más de quinientos millones de dólares que nunca nadie supo ni sabrá que sucedió con ellos y de los hechos de corrupción que han dejado a anteriores gobiernos como honestos ante tanta impunidad y corrupción.
Pero infantil, ignorante y vilmente votan leyes cuyas propuestas pueden resultar sinceras pero el fin que llevan es siempre y sistemáticamente espurio y doloso. Así las cosas los opositores votan a favor del gobierno cuando deberían tener un patriotismo que no se les ve ni asoma por ningún costado por donde se los observe.
Nos preguntamos:
¿Son ingenuos o deshonestos?
Porque de la manera que actúan se perjudican ellos mismos favoreciendo a quién dirige el país, dividiéndolo y debilitando sus instituciones convirtiéndolas en apéndices del poder ejecutivo.
¿No comprenden qué la forma de terminar con esta gestión es votar en bloque contra uno y cada uno de los proyectos que presente este gobierno. Nada de lo que hagan estos sujetos será para el progreso del país. Si se trata de una ley que ordena el pase de los fondos de las jubilaciones privadas al Estado será para que el Gobierno las dilapide en sus propios proyectos y no para impedir la mala administración de las AFJP. Si la cuestión pasa por sancionar una ley de medios para hacer más democrático los medios y eliminar los monopolios será para que el Estado se apropie de todos los medios aún de los pocos independientes que queden para hacer de ellos lo que el quieran, no obstante esto los grupos de izquierda y algunos de centro izquierda más otros partidos han apoyado esta aberración que finalmente logrará que los medios sean manejados por la actual administración. Otro caso para el Guiness es el procesamiento del Jefe de Gobierno porteño, una de las opositoras manifestó que resulta impecable el fallo del tribunal que confirmó el procesamiento del funcionario, que aclaro no me simpatiza, pero a nuestro criterio esto no resulta más y menos que una afirmación oportunista y desafortunada que favorece al oficialismo, del cual la gran mayoría del país conoce cómo maneja la justicia y a sus integrantes.
¿Puede alguien realmente creer que un proyecto oficialista o algún fallo de la justicia a favor del gobierno o en contra de un opositor sean producto de algo limpio?
Es por eso que sostenemos que luego de la madrugada del jueves estimamos muy difícil solucionar la situación a que nos ha llevado la sanción de la última ley.
En la Argentina de hoy no hay lugar para medias tintas y como dice el principal protagonista del oficialismo que gobierna en las sombras, "Estás conmigo o estás contra mi"
La oposición o quienes se consideran opositores tienen que estár contra todo proyecto, ley o fallo que promueva el actual gobierno, esta será la única forma de salir de esta situación insostenible que de seguir así nos llevará a un cuadro mucho peor que el actual.
Alejandro Olmedo Zumarán.
Luego de ver los hechos relacionados con la aprobación del matrimonio para personas del mismo sexo, vino a mi memoria aquel artículo, muy pesimista por cierto. Sostenía que el gran problema no son los Menem, Duhalde o los Kirchner sino qué para que existan estos personajes, detrás de ellos debe haber un país que piensa, actúa y siente mayoritariamente como ellos.
Si partimos de la base que el actual gobierno ha hecho, hace y seguramente hará mucho daño a la Argentina y sobre todo a los más pobres y necesitados, lo mejor sería que esta administración no dirigiera más los destinos de la Nación.
¿Cómo lograr esto?
Mediante los medios que nos da la democracia.
¿Cuáles son estos medios?
Uno es el Congreso y la posibilidad que se abrió el 28 de junio gracias al triunfo de la oposición gestada por Mauricio Macri, hoy casualmente procesado, Francisco de Narváez y Felipe Solá. Parecía que el tiempo de los Kirchner se iba terminando. De pronto y por nimiedades entre los opositores el triunfo comenzó a opacarse. Cada uno de los integrantes del triunfo del 28/6 creyó ser el "Salvador de la República" y lejos de aportar ideas y hechos concretos para terminar con la actual administración, se han dedicado a su proyecto personal no comprendiendo que el principal objetivo para terminar con esto es unirse para lograr que el poder omnímodo se diluya y poder retomar el sendero de una democracia plena y no renga como la que tenemos.
Lejos de esto presenciamos como opositores de los distintos partidos aprueban leyes inverosímiles presentadas por el partido gobernante con argumentos como, "yo voto por mis propias convicciones" demostrando una falta de cultura alarmante ya que el o ella no representa a sus propias convicciones o a sus experiencias personales sino a quienes la votaron o a su provincia, otros opositores por llamarlos de alguna manera dicen o argumentan estar de acuerdo con algunos proyectos, por ejemplo la estatización de los fondos jubilatorios, como si estos fondos pasaran verdaderamente a ser administrados por un estado honesto y decente y no por los actuales gobernantes responsables entre otras cosas de la desaparición de más de quinientos millones de dólares que nunca nadie supo ni sabrá que sucedió con ellos y de los hechos de corrupción que han dejado a anteriores gobiernos como honestos ante tanta impunidad y corrupción.
Pero infantil, ignorante y vilmente votan leyes cuyas propuestas pueden resultar sinceras pero el fin que llevan es siempre y sistemáticamente espurio y doloso. Así las cosas los opositores votan a favor del gobierno cuando deberían tener un patriotismo que no se les ve ni asoma por ningún costado por donde se los observe.
Nos preguntamos:
¿Son ingenuos o deshonestos?
Porque de la manera que actúan se perjudican ellos mismos favoreciendo a quién dirige el país, dividiéndolo y debilitando sus instituciones convirtiéndolas en apéndices del poder ejecutivo.
¿No comprenden qué la forma de terminar con esta gestión es votar en bloque contra uno y cada uno de los proyectos que presente este gobierno. Nada de lo que hagan estos sujetos será para el progreso del país. Si se trata de una ley que ordena el pase de los fondos de las jubilaciones privadas al Estado será para que el Gobierno las dilapide en sus propios proyectos y no para impedir la mala administración de las AFJP. Si la cuestión pasa por sancionar una ley de medios para hacer más democrático los medios y eliminar los monopolios será para que el Estado se apropie de todos los medios aún de los pocos independientes que queden para hacer de ellos lo que el quieran, no obstante esto los grupos de izquierda y algunos de centro izquierda más otros partidos han apoyado esta aberración que finalmente logrará que los medios sean manejados por la actual administración. Otro caso para el Guiness es el procesamiento del Jefe de Gobierno porteño, una de las opositoras manifestó que resulta impecable el fallo del tribunal que confirmó el procesamiento del funcionario, que aclaro no me simpatiza, pero a nuestro criterio esto no resulta más y menos que una afirmación oportunista y desafortunada que favorece al oficialismo, del cual la gran mayoría del país conoce cómo maneja la justicia y a sus integrantes.
¿Puede alguien realmente creer que un proyecto oficialista o algún fallo de la justicia a favor del gobierno o en contra de un opositor sean producto de algo limpio?
Es por eso que sostenemos que luego de la madrugada del jueves estimamos muy difícil solucionar la situación a que nos ha llevado la sanción de la última ley.
En la Argentina de hoy no hay lugar para medias tintas y como dice el principal protagonista del oficialismo que gobierna en las sombras, "Estás conmigo o estás contra mi"
La oposición o quienes se consideran opositores tienen que estár contra todo proyecto, ley o fallo que promueva el actual gobierno, esta será la única forma de salir de esta situación insostenible que de seguir así nos llevará a un cuadro mucho peor que el actual.
Alejandro Olmedo Zumarán.
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