Luego de una década en que la realización de los piquetes se ha incrementado a límites insoportables, sin quererlo nadie y en forma totalmente casual ha surgido una alternativa para que éstos no se realicen.
Ante un hecho trascendente donde está en juego el futuro de la Patria, de sus hijos, el bienestar nacional, el salir de una pobreza agobiante, me refiero al partido por las eliminatorias entre Uruguay y la Argentina, los protagonistas de los piquetes han decidido levantarlos durante el tiempo en que se dispute el match.
¿Se imaginan poder transitar por todo el territorio sin cortes, ir al colegio y comprobar que los alumnos no lo tomaron y éstos juntos a sus padres están en sus casas viendo los partidos de la selección?
Reconozcamos que ver un partido de fútbol en donde el conjunto blanquiceleste sea uno de los protagonistas configura un tedio difícil de soportar, es más la sola acción de sentarse frente a la caja boba y ver jugar a nuestros representantes provoca un estado soporífero inmediato que es interrumpido por los goles del rival o los gritos del relator apesadumbrado por la pobre labor de los futbolistas nacionales que cautivan al mundo con su jogo bonito. Pero si la cuestión pasa porque si juega la selección no habrá más piquetes ni tomas estoy dispuesto a sentarme todos los días a ver jugar al fútbol al equipo argentino con una jarra de café negro para no caer en las mieles de un sueño reparador y así aportar mi grano de arena para que la mayoría del pueblo argentino pueda circular libremente por el territorio de la Nación. La recuperación de este derecho constitucional bien vale el esfuerzo.
Alejandro Olmedo Zumarán.
Ante un hecho trascendente donde está en juego el futuro de la Patria, de sus hijos, el bienestar nacional, el salir de una pobreza agobiante, me refiero al partido por las eliminatorias entre Uruguay y la Argentina, los protagonistas de los piquetes han decidido levantarlos durante el tiempo en que se dispute el match.
¿Se imaginan poder transitar por todo el territorio sin cortes, ir al colegio y comprobar que los alumnos no lo tomaron y éstos juntos a sus padres están en sus casas viendo los partidos de la selección?
Reconozcamos que ver un partido de fútbol en donde el conjunto blanquiceleste sea uno de los protagonistas configura un tedio difícil de soportar, es más la sola acción de sentarse frente a la caja boba y ver jugar a nuestros representantes provoca un estado soporífero inmediato que es interrumpido por los goles del rival o los gritos del relator apesadumbrado por la pobre labor de los futbolistas nacionales que cautivan al mundo con su jogo bonito. Pero si la cuestión pasa porque si juega la selección no habrá más piquetes ni tomas estoy dispuesto a sentarme todos los días a ver jugar al fútbol al equipo argentino con una jarra de café negro para no caer en las mieles de un sueño reparador y así aportar mi grano de arena para que la mayoría del pueblo argentino pueda circular libremente por el territorio de la Nación. La recuperación de este derecho constitucional bien vale el esfuerzo.
Alejandro Olmedo Zumarán.
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