En un solo punto disiento con la excelente nota realizada por Pablo Mendelevich al brillante politólogo Guillermo O'Donnell, publicada en La Nación el día 10 de diciembre.
Al llegar al tema de los crimenes cometidos por los terroristas subversivos en los años 70 expresa: "Aunque no sean crímenes de lesa humanidad en el sentido jurídico, es muy importante también recordar y no eximir de culpa de esta horrible violencia a todos sus perpetradores"
La tendencia internacional se vuelca a condenar al terrorismo como crimen de lesa humanidad provenga del estado o de una organización, tal como lo señala el artículo 7º del Estatuto de Roma.
Si para considerar al crimen como de lesa humanidad se sostiene la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema, única en el planeta, para la que solo son delitos de lesa humanidad los cometidos por el aparato estatal, también los crímenes perpetrados por los terroristas en los años 70 alcanzan este requisito. El gobierno de 49 días de Héctor Cámpora colaboró con el terrorismo al sancionar la ley de amnistía en mayo de 1973 liberando a todos los terroristas que habían sido juzgados por la Cámara Federal a la cual disolvió y modificó el Código Penal reduciendo la pena por asesinar a jueces lo que provocó que entre el 23 de mayo de 1973 y el 24 de marzo de 1976 no hubiera un solo terrorista condenado. A esto hay que sumarle la colaboración de Cuba que con el financiamiento de Rusia albergó y entrenó a miles de argentinos para que luego cometieran los 21642 atentados terroristas y mataran a 1501 personas, cifras que surgen de la sentencia del juicio a las juntas militares.
Que por razones obvias estos aberrantes delitos no sean juzgados en nuestro país por la justicia no significa que estos crímenes no son de lesa humanidad en sentido jurídico, lo fueron, lo son y lo serán por siempre, solo resta que la justicia actúe.
Alejandro Olmedo Zumarán.
Al llegar al tema de los crimenes cometidos por los terroristas subversivos en los años 70 expresa: "Aunque no sean crímenes de lesa humanidad en el sentido jurídico, es muy importante también recordar y no eximir de culpa de esta horrible violencia a todos sus perpetradores"
La tendencia internacional se vuelca a condenar al terrorismo como crimen de lesa humanidad provenga del estado o de una organización, tal como lo señala el artículo 7º del Estatuto de Roma.
Si para considerar al crimen como de lesa humanidad se sostiene la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema, única en el planeta, para la que solo son delitos de lesa humanidad los cometidos por el aparato estatal, también los crímenes perpetrados por los terroristas en los años 70 alcanzan este requisito. El gobierno de 49 días de Héctor Cámpora colaboró con el terrorismo al sancionar la ley de amnistía en mayo de 1973 liberando a todos los terroristas que habían sido juzgados por la Cámara Federal a la cual disolvió y modificó el Código Penal reduciendo la pena por asesinar a jueces lo que provocó que entre el 23 de mayo de 1973 y el 24 de marzo de 1976 no hubiera un solo terrorista condenado. A esto hay que sumarle la colaboración de Cuba que con el financiamiento de Rusia albergó y entrenó a miles de argentinos para que luego cometieran los 21642 atentados terroristas y mataran a 1501 personas, cifras que surgen de la sentencia del juicio a las juntas militares.
Que por razones obvias estos aberrantes delitos no sean juzgados en nuestro país por la justicia no significa que estos crímenes no son de lesa humanidad en sentido jurídico, lo fueron, lo son y lo serán por siempre, solo resta que la justicia actúe.
Alejandro Olmedo Zumarán.
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