MENOS CREÍBLES.

El argumento preferido utilizado por el gobierno nacional para desprestigiar a quienes opinan diferente, está perdiendo credibilidad. Pocos argentinos prestan atención a la Presidente y a su Jefe de Gabinete cuando para defenderse de las irregularidades en las que han incurrido revelan el pasado de sus opositores. Al insultar a quiénes los enfrentan o al difundir lo que éstos hicieron o dijeron en el pasado, omiten explicar las razones de su accionar irregular, sin dar a conocer la verdad de los hechos sobre los cuales la mayoría de la sociedad quiere información.
Algunas personas que los cuestionan puede que no sean santos. Ello no invalida que lo por ellos expresado carezca de veracidad.
Otra costumbre reiterada del gobierno consistente en redoblar su apuesta ante hechos gravísimos para acusar a enemigos inexistentes de lo que ellos mismos han provocado con sus manejos turbios ha caído en agua de borrajas, ya muy pocos le prestan atención.
El gobierno constituyó alianzas con grupos marginales a cambio de vaya saber qué acuerdos. Estas uniones no se hicieron para configurar un modelo que redujera el número de pobres, que brindara una educación de primer nivel, que la distribución de la riqueza fuese para los más necesitados, que disminuyera la corrupción y la inseguridad. Lo que buscaron con esa unión fue construir un modelo personalista y verticalista en el que solo se tomara en cuenta la voz de su principal figura con el solo derecho para sus acompañantes de escuchar y asentir.

Perpetuarse en el poder sigue siendo la máxima aspiración de todo gobierno antidemocrático.

Alejandro Olmedo Zumarán.