lunes, 14 de marzo de 2011

TRIUNFO K EN CATAMARCA.

El triunfo de Luciana Corpacci sobre el Gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral en la elección del domingo 13 de marzo, muestra nuevamente las bajezas de una sociedad que no madura ni intenta cambiar la mediocridad en la que estamos sumidos hace décadas.Muchos sostenían que hace unos meses Brizuela del Moral aventajaba por varios puntos a Corpacci, pero luego de la visita de la Presidente de la Nación las cosas comenzaron a cambiar. La política argentina se está convirtiendo en un mercado persa. Triunfa quién puede comprar más voluntades en el momento previo a la elección. Los argentinos en su gran mayoría han perdido la cultura general y hay un gran número de personas que llevan tres generaciones sin saber lo que es trabajar ni tienen la más mínima intención de hacerlo. Asimismo como están en desventaja y acostumbrados a vivir en condiciones indignas no tienen aspiraciones lo que produce el hecho de que con cualquier mísera dádiva se conforman, un colchón, un choripán, 134 pesos de una asignación universal por hijo para educarlos, ¿Educarlos?, o 600 pesos de un plan trabajar a cambio de asistir a actos o marchas oficialistas. Se comenta que muchos habitantes de la argentina no quieren trabajar porque de hacerlo perderían estos planes y prefieren vivir así. Esto conspira preocupantemente contra la democracia que solo depende de la disponibilidad de caja que tenga quien gobierne para poder comprar voluntades de la mayoría que no está en condiciones de discernir qué es lo mejor para ellos y aceptan cualquier limosna para sobrevivir pensando realmente que este tipo de gobiernos los ayuda y piensa en ellos cuando la situación es totalmente inversa.En Catamarca se presentaron como candidatos El Hambre y Las Ganas de Comer, en el ámbito nacional también es así, pero quienes ahora forman parte de este gobierno llamado Popular, Nacional y Progresista son el problema más grande que tiene la Argentina y será difícil que pierdan las elecciones luego de este primer triunfo en la Provincia de Catamarca. ¿Pero quién es el culpable de este triste momento que vive la Argentina, Los k o los Argentinos que hacen posible El Sueño K?Creemos que "El Sueño K sería incumplible de no ser por una mayoría de Argentinos pragmáticos y desinteresados por el bienestar presente y futuro de su país y aquí se incluye a los más necesitados como a los que más tienen. Días atrás un hombre vinculado al "Mercado" nos dijo:Cristina será presidente, "El Mercado" la impone, ya está decidido.Quedamos atónitos al escuchar esto, porque por un lado, dijimos:¿Han hecho algo Néstor y Cristina por "El Mercado"?Al parecer sí, nunca ha sido molestado como sí han sido molestados la prensa libre, el campo, las empresas de combustibles etc. Pero este gobierno Popular, Nacional y Progresista ha favorecido a "El Mercado" de capitales que al parecer se han beneficiado con este "Modelo" que en teoría y según los discursos beneficiaría a los más necesitados qué aún luego de siete años de gestión están muy lejos de ser beneficiados y de mejorar su situación. Lo mismo ocurre con el grupo de empresarios cercanos al poder, como sucede con cada gobierno en este país, son beneficiados con subsidios, prohibiciones a la importación de productos de la competencia que cuestan más baratos y son de mejor calidad perjudicando a los que menos tienen que tienen que consumir productos caros y de mala calidad. Sorprendente resulta que este gobierno hable de monopolios cuando sus políticas protegen a estas empresas que se llenan de millones de dólares de ganancias y al pueblo se lo conforma con asignaciones universales por hijos de 134 pesos.Es la Sociedad la que tiene que cambiar para que definitivamente la Argentina modifique este presente decadente, de aislación del mundo y que unificará la pobreza extendiéndola a más Argentinos que antes no lo eran. Educación, salud, inversión, seguridad y honestidad es lo que necesita la Argentina sin estas premisas el futuro será ignorancia, enfermedad, desinversión, inseguridad y corrupción.
Alejandro Olmedo Zumarán.

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