domingo, 13 de septiembre de 2009

EL ABIERTO DE ESTADOS UNIDOS.

Hemos sido testigos de un inolvidable Abierto de Estados Unidos femenino. Vimos la semifinal del Abierto de Estados Unidos entre la Belga Kim Clisters y la local Serena Williams. No quedan dudas que el tenis femenino no vive sus mejores momentos. Disiento con el comentarista argentino José Luis Clerc que sostuvo que ante el resultado positivo de Clisters muchos dirán lo mal que anda el tenis femenino pero él en cambio diría lo bien que anda Kim Clisters. Con lo que sí estoy de acuerdo que regresos como el de Kim Clisters y posiblemente el de Justin Henin sean positivos para el tenis femenino.
Queremos resaltar un hecho que enaltece a una Nación y en este caso es la americana, mi padre estaría diciendo que soy un bestia.
Luego de perder el primer set por 6/4 Serena destrozó su raqueta contra el piso. Era esperable de alguien tan soberbia. Había perdido un set contra una jugadora que no competía hace un bienio y había sido madre. A nuestro criterio la belga está en forma y en un nivel excelente de juego. Realmente ha sido acertado, justo y positivo que Kim Clisters vuelva a la competencia. Su nivel ha demostrado que está para las grandes citas.
Vuelvo al deslucido e injustificado comportamiento de Serena. Lució siempre acelerada y sin paciencia. Al llegar al duodécimo game cuando servía 15/30, la jueza de línea cantó foot fault. Serena se descontroló e insultó a la jueza que por pedido la Jueza de Silla se dirigió hacia ella y dijo que había sido insultada por la jugadora norteamericana. Fue entonces que el arbitro y otras autoridades decidieron descalificar a Serena Williams y proclamar a Kim Clisters como finalista.
El partido fue muy bueno y se notó que la Belga está en un nivel superlativo. Pero los responsables de la organización del último grand slam demostraron que las reglas tienen que ser cumplidas y aplicadas a todos sin excepción. No importó que Serena fuera local y la última representante estadounidense, sin titubear la descalificaron como tenía que ser. Por eso las cosas funcionan en estos países.
¿Se imaginan si aquí en Argentina una jueza de línea le canta un foot fault a un jugador local como el ahora retirado Gourmet Cordobés?
En cuestión de minutos me imagino al director técnico de la selección de fútbol insultando al juez, al piquetero incendiario tomando el estadio para que revoquen el fallo, a los defensores de los derechos humanos, los que están en contra de las represiones, a los representantes de organismos contra la discriminación iniciando acciones contra la jueza cuya bienestar no estaría seguro. Cargarían las culpas, contra la Prensa fascista, contra la Derecha golpista, El Campo, Clarín, la Iglesia, Martinez de Hoz, Cavallo, Menem, Bush y convocarían a una Cumbre Mundial Contra el Abuso de los Jueces de Línea que Cobran Foot Fault a los Jugadores de Países que enarbolan la Bandera a Favor de la Distribución de la Riqueza Hacia los Más Pobres.
Por suerte esto ocurrió en una República y no en una Bananera de Décima como la nuestra con dirigentes de centésima.
Luego vimos la final que ganó por 7/5 y 6/2 Kim Clisters a la Bella danesa Caroline Wosniacky. El partido no fue excelente pero hubo muy buenos puntos, careció de continuidad, por momentos fue bueno pero en otros los errores no forzados abundaron.
En la ceremonia se respiró una clase de buena educación entre las dos finalistas. La Bella danesa con una sonrisa, suelta, saludando y lo mismo la belga, claro que ella había ganado, pero señalan que siempre es muy correcta y querida por todas. La campeona se acercó a la silla de su vencida para hablar y ésta se mostró atenta y alegre. Contrario a lo que ocurre en muchas finales de hombres y mujeres en la que los perdedores, están como idos víctimas de la depresión que acarrea ser segundo en el mundo de hoy, practicamente se es un perdedor en todos los ordenes de la vida quien pierde finales o sale segundo en alguna actividad deportiva. Un grave error del que todos son culpables, familiares, entrenadores, dirigentes, periodistas que hacen del campeón un héroe y del perdedor en la final una especie de ser que debiera exiliarse en otro país.
Se enseña y se reitera que quien sale subcampeón de algo es gallina, amargo y solo es macho y hombre el campeón. Si hay gente que dice que Roger Federer no tiene garra o es amargo porque perdió algunos partidos u otros que debiera haber ganado sin apremios los ganó apretadamente.
Así es todo, el mundo de hoy, si uno gana un buen sueldo es una persona con ganas de progresar si por el contrario no gana un gran sueldo es un sujeto sin expectativas, bohemio, que se conforma con poco y no tiene aspiraciones.
Por eso mi reconocimiento a Kim Clisters a Caroline Wosniacky y a toda la USTA la Asociación de los Estados Unidos por hacer las cosas como se debe.
Alejandro Olmedo Zumarán.

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