¿Estaba preparado?
"En el excelente artículo publicado el 26/6 titulado «Ya hay un ganador: la frivolidad» escrito por el señor Joaquín Morales Solá el autor se preguntaba si Kirchner estaba preparado para la derrota.
"Quienes pudimos escuchar su tardío discurso reconociendo la derrota, comprobamos que no estaba preparado para la misma. Agitado, confundido, conjugando en forma incorrecta los verbos, pudimos ver a un hombre que hacía unos minutos tenía todo el poder y decidía lo que se hacía o no en la Argentina y en esos instantes perdía lo que más ansió.
"Lástima porque aun quienes persisten en el error sistemáticamente alguna vez cuando la vida los golpea duramente, como en estos momentos, realizan una autocrítica, toman conciencia, maduran y crecen al aceptar sus equivocaciones pidiendo disculpas.
"Contrariamente siguió como poseído en el error no felicitando a quien lo venció, ni hizo autocrítica alguna. «Una cosa es el diálogo y otra es renunciar a los principios» expresó.
"Al parecer no ha comprendido que uno de los principios del sistema democrático es el diálogo. No se renuncia a los principios por dialogar; por el contrario, se refuerzan esos principios a través del diálogo que también requiere que se escuche al otro. Se renuncia a los principios cuando se viola la Constitución.
"Urge que en la Argentina a partir de hoy todos dialoguemos y nos escuchemos, los ciudadanos hemos dado un mensaje claro, nadie sacó un gran caudal de votos. Queremos un cambio pero también deseamos que nos escuchen, nos consideren y que los funcionarios no piensen sólo en ellos, en sus proyectos personales y en sus familiares sino en un proyecto de Nación que incluya a todos los Argentinos por igual y sobre todo a los más pobres, que han sido los grandes olvidados en las últimas décadas."
"En el excelente artículo publicado el 26/6 titulado «Ya hay un ganador: la frivolidad» escrito por el señor Joaquín Morales Solá el autor se preguntaba si Kirchner estaba preparado para la derrota.
"Quienes pudimos escuchar su tardío discurso reconociendo la derrota, comprobamos que no estaba preparado para la misma. Agitado, confundido, conjugando en forma incorrecta los verbos, pudimos ver a un hombre que hacía unos minutos tenía todo el poder y decidía lo que se hacía o no en la Argentina y en esos instantes perdía lo que más ansió.
"Lástima porque aun quienes persisten en el error sistemáticamente alguna vez cuando la vida los golpea duramente, como en estos momentos, realizan una autocrítica, toman conciencia, maduran y crecen al aceptar sus equivocaciones pidiendo disculpas.
"Contrariamente siguió como poseído en el error no felicitando a quien lo venció, ni hizo autocrítica alguna. «Una cosa es el diálogo y otra es renunciar a los principios» expresó.
"Al parecer no ha comprendido que uno de los principios del sistema democrático es el diálogo. No se renuncia a los principios por dialogar; por el contrario, se refuerzan esos principios a través del diálogo que también requiere que se escuche al otro. Se renuncia a los principios cuando se viola la Constitución.
"Urge que en la Argentina a partir de hoy todos dialoguemos y nos escuchemos, los ciudadanos hemos dado un mensaje claro, nadie sacó un gran caudal de votos. Queremos un cambio pero también deseamos que nos escuchen, nos consideren y que los funcionarios no piensen sólo en ellos, en sus proyectos personales y en sus familiares sino en un proyecto de Nación que incluya a todos los Argentinos por igual y sobre todo a los más pobres, que han sido los grandes olvidados en las últimas décadas."
Alejandro Olmedo Zumarán.