Estremecedor me resultó el relato de Juan I. Buzzali, marido de Carolina Piparo. En una salidera bancaria Carolina fue baleada y herida gravemente y resultó asesinado el hijo de ambos. Juan, el padre, sostuvo que a su hijo lo mataron por dos pesos, frente a lo cual el gobernador Scioli le dijo que "le tienen atadas las manos".
De manera rápida un ministro dijo que no era bueno polemizar con un padre desgarrado.
¿Me pregunto por qué?¿Porque es más creíble? Porque ante la injusticia y la pérdida de su hijo dice la verdad sin importar las consecuencias. O porque realmente, y esto es lo que creo personalmente, los gobernantes, jueces, legisladores e integrantes de las fuerzas de seguridad tienen las manos atadas lo que les impide darnos la seguridad que cualquier habitante de la Argentina merece y solo ellos tienen.
¿Ante tantas muertes, hay alguna explicación lógica que justifique que el oficialismo a los 40 minutos de la hora de inicio, se retire del recinto para no tratar el tema de la inseguridad?
La invocación de cumplir con el reglamento es inaceptable.
¿Esos mismos legisladores que negaron la importancia del tema al ausentarse, se haran responsables de las nuevas muertes que seguramente nos acechan a todos los que vivimos y trabajamos en este país?
Es evidente que si quienes tienen la responsabilidad manifiestan tener las manos atadas y los únicos que no las tienen atadas son los ladrones, secuestradores, violadores, narcotraficantes y asesinos, nos espera un triste destino.
Alejandro Olmedo Zumarán.
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